Samsung Electronics anunció ayer una drástica revisión a la baja su previsión de beneficio operativo para el trimestre julio-septiembre un día después de anunciar que dejará de producir el teléfono Galaxy Note 7 debido a los repetidos casos de combustión del aparato. La empresa surcoreana señaló en un comunicado que prevé una ganancia operativa de 4.192 millones de euros, lo que supondría un 29,63% menos comparado con el tercer trimestre de 2015. El pasado viernes la compañía, que presentará resultados definitivos a final de mes, había pronosticado que su beneficio operativo crecería un 5,5% los 6.289 millones de euros. Este nuevo cálculo refleja los efectos de la decisión adoptada el martes sobre el problemático Galaxy Note 7.

Ya que tanto los dispositivos que originalmente estaban afectados por el problema de sobrecalentamiento como sus -también defectuosos- repuestos se consideran peligrosos, la empresa tendrá que retornar a sus clientes el importe de los terminales vendidos. En España, la firma está ofreciendo a sus clientes la devolución íntegra del importe del Galaxy Note7 o si lo prefieren, su sustitución por un dispositivo Galaxy S7 o S7 edge.

A través de su web, la empresa afirma que la seguridad de los consumidores es su «principal prioridad», y añade que a raíz de los últimos incidentes con Galaxy Note7, ha decidido parar las ventas y adoptar el programa de sustitución de dichos dispositivos, tanto originales como nuevos, tras haber paralizado la producción del Note7 de forma permanente. Por ello, pide a todos los clientes del Galaxy Note7 que dejen de usar su dispositivo.