El ex consejero delegado de Bankia, el alcoyano Francisco Verdú, ha desvelado este martes en el jucio por las tarjetas 'black' que, no sólo no aceptó la tarjeta que le ofreció a su llegada a la entidad su presidente Rodrigo Rato, sino que, además, en dos conversaciones con éste y con el exdirector general de Medios de Caja Madrid, Ildefonso Sánchez Barcoj, les aconsejó que no emplearan las suyas propias porque, si no, "acabarían saliendo en los papeles", ha dicho Verdú sin ofrecer más detalles al respecto.

"Le dije a Rato que la tarjeta no estaba en el contrato y no entendía que pudiera aportar gastos sin justificar, que no la iba a usar y que la rechazaba. Él se enfadó bastante, se molestó y yo le insinué que podía tener consecuencias importantes si la usaba para temas personales", ha dicho a preguntas de las defensas a las que Murillo ha reprochado por la dureza e insistencia con la que las han formulado. "Les recuerdo que es un testigo", ha espetado Murillo en varias ocasiones.

Verdú ha ratificado ante el tribunal que juzga el uso presuntamente fraudulento de las tarjetas 'black' que no aceptó la Visa, que tenía un límite anual de 75.000 euros, porque no estaba en su contrato.

A preguntas de las partes en esta novena sesión de juicio -primera dedicada a la ronda de testificales- Verdú ha insistido en que advirtió "de la mala praxis y las consecuencias que podría tener su uso" y por eso decidió guardarla en el mismo sobre en el que se la dieron y devolverla a Recursos Humanos cuando abandonó Bankia.

Ha indicado que Rato se la ofreció en febrero de 2012 -al igual que a otros tres altos cargos- para compensar la limitación salarial impuesta por el Real Decreto 2/2012 que establecía que el salario máximo de directivos de la banca con ayudas públicas era de 600.000 euros. "Rato estaba preocupado desde hace meses porque antes del Real Decreto ya se había hablado de que podía haber una limitación", ha aseverado ante el tribunal que preside Ángela Murillo.

El testigo ha alegado que cuando llegó a la entidad se le dio una tarjeta para gastos de representación que no desactivó porque entendió que era "necesaria" para el ejercicio de su función, si bien la otra -a la que podía cargar gastos sin necesidad de justificarlos porque era de libre disposición- la rechazó "porque no formaba parte del esquema retributivo". "Que sea deducible no significa que sea legal", ha apostillado.

Falsificó su firma

Verdú, que es el primer testigo en declarar en el marco del juicio donde la Sección Cuarta de la Sala de Lo Penal dirime la responsabilidad de los 65 exaltos cargos y directivos de Caja Madrid y Bankia en el uso presuntamente fraudulento de las Visas, ha añadido que Sánchez Barcoj falsificó "aparentemente" su firma para solicitar el plástico.

"Yo no tuve la tarjeta en vigor. No la activé y si no se activa no se puede anular", ha dicho Verdú en respuesta a preguntas de la defensa y después de que el propio Rato explicara durante su interrogatorio que el exconsejero delegado sí aceptó la 'black' que se le ofreció y que no insinuó que no fuera adecuada.

El exdirectivo ha añadido que desconocía la existencia de las visas opacas en Caja Madrid, que conoció cuando estalló el escándalo en octubre de 2014 por los medios de comunicación. No obstante ha afirmado que con su rechazo a aceptar el plástico cree que "desactivó esta mala práctica" la cual "no tuvo más recorrido".