La última medida del Gobierno que les obliga a anticipar el impuesto de Sociedades afecta a más de 1.640 empresas valencianas, según el Sistema de Análisis de Balances Ibéricos. Estas compañías tienen dos meses para liquidarlo, entre el 20 de octubre y el 20 de diciembre. Las sociedades con una facturación de más de diez millones, las que cumplen con el concepto de gran empresas en este tributo, han de liquidar el 23% del cálculo estimado de su base imponible, el 25% si son bancos o empresas petroleras, antes de las vacaciones de Navidad, cuando en 2015 lo abonaron el pasado mes de julio.

La intención del Gobierno es ingresar 8.000 millones para cumplir con el objetivo de déficit marcado por Bruselas, aunque esta argumentación se contradice con otras medidas tributarias de relajación fiscal aplicadas en el último año, como la bajada del IRPF en algunos tramos de antes de las elecciones de diciembre del año pasado.

En un primer momento, la previsión del Gobierno era que sólo tuvieran que realizar este anticipo las firmas que facturan más de 20 millones, con lo que el impacto hubiera afectado a casi la mitad de empresas, pero finalmente tendrán que realizar el esfuerzo todas las que tengan un negocio superior de los diez millones. El anticipo a cuenta, el año que viene se recalculará el resultado con las cifras absolutas, será un ingreso extra en esta ejercicio, pero se dejará de percibir el próximo ejercicio. La medida tendrá carácter indefinido hasta alcanzar los objetivos de déficit y por lo que auguran las previsiones no será hasta 2018 y si la economía mantiene la tendencia al alza.

Además, la recaudación por el impuesto de Sociedades hasta agosto ha caído un 31,8% por la modificación del tributo, según los datos de la Intervención General. Esta cifra puede evidenciar que las previsiones de recaudación del Gobierno respecto a los anticipos se puede quedar corta. Las empresas ya han puesto el grito en el cielo, puesto que van a tener que apretarse y mucho el cinturón en unos meses del año complicados.

De hecho, parte del dinero que se vaya ahora a impuestos, que hay que recordar ya se han abonado este año, no acabará en inversiones o en contratación de personal.