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Miguel Otero-Iglesias. Investigador principal del Real Instituto Elcano

«Aún pienso que el 'Brexit' no se va a producir porque las elites británicas no lo aceptarán»

El especialista en economía política internacional Miguel Otero. información

A muchos nos sorprendió el resultado del referéndum sobre el «Brexit». ¿Qué ha sucedido para que los británicos hayan decidido marcharse de la UE?

Hay varios factores. Los ingleses -que no el conjunto de los británicos ya que los escoceses votaron por quedarse- siempre se han considerado mejores que sus socios europeos por diversas razones: porque son una de las democracias más antiguas, porque han sido imperio, porque se consideran el socio más cercano a Estados Unidos... Esa sensación se ha venido engrandeciendo en los últimos 20 o 30 años por la prensa británica, que ha llevado un discurso contra la burocracia de la UE y el «superestado» europeo. A eso hay que sumarle una crisis global, donde se daba la sensación de que la UE se desmoronaba y que era Alemania la que mandaba, y eso es muy traumático para el subconsciente del Reino Unido, que ganó dos guerras a los alemanes. Por último, la sensación de descontrol de las fronteras ha sido la puntilla.

¿Qué consecuencias tendrá esa salida del Reino Unido del club europeo?

Yo sigo pensando que no va a ocurrir. Sé que estoy en minoría pero creo que va a ser complicado que finalmente se produzca porque todos los escenarios post «Brexit» son peores para el Reino Unido. Aceptar algo así desde el aparato del Estado no va a ser fácil y hay muchas contradicciones. Por ejemplo, creen que será posible mantener el pasaporte de la City al mercado único europeo y al mismo tiempo quieren limitar la llegada de inmigrantes. No veo a Alemania y Francia dispuestas a ceder.

Entonces, ¿cree que el Gobierno británico desobedecerá el resultado del referéndum?

En en Reino Unido hay dos principios importantes: uno es la democracia, que lleva siglos y es sagrado; pero también está el principio de no aceptar la oclocracia, es decir, el gobierno de la muchedumbre que, según Sócrates, es uno de los peores ejemplos de democracia. Las élites británicas lo tienen muy asumido y ahora hay que ver cómo se conjugan ambos principios. La forma sería hacer un segundo referéndum o unas nuevas elecciones. Lo más normal es que las negociaciones del «Brexit» se alarguen hasta las próximas elecciones de 2020. May seguirá diciendo que «Brexit es Brexit» pero que el proceso es complejo y que hay que salvaguardar los intereses de la nación (y eso significa también contar con los escoceses). Y luego está el debate entre «hard» y «soft», es decir, una opción en la que el Reino Unido seguirá de facto en la Unión Europea aunque nominalmente esté fuera.

Vuelvo a la pregunta de antes, ¿qué consecuencias puede tener aquí en Alicante?

Hay una relación social, política y económica muy importante entre España y el Reino Unido. Si el «Brexit» es suave [se refiere a un modelo similar al noruego, que no forma parte de la UE pero mantiene una estrecha relación], se puede llegar a todo tipo de acuerdos y se mantendrá la relación. Pero en el escenario más duro estamos hablando de que los británicos serán, por ejemplo, como los canadienses y necesitarán hasta visado para venir aquí. Cuanto más duro sea el «Brexit», será peor para nosotros.

El «Brexit» es sólo una manifestación más del auge del populismo que se vive en todo el mundo, con figuras también como Trump, en Estados Unidos, o Le Pen, en Francia. Habla usted de que hay una «rebelión» contra el fenómeno de la globalización. ¿Cuáles son los motivos?

Es un tema que ahora mismo estamos investigando y observamos hasta cuatro teorías. La primera es que la causa es la desigualdad. Las clases medias de Europa y Estados Unidos han perdido con la globalización mientras que las clases medias indias y chinas son los vencedores de este fenómeno: hoy en día viven mejor y sus hijos vivirán mejor que ellos, mientras en occidente hay mucha gente que piensa que las generaciones futuras lo tienen peor. Hay una cierta rebelión hacia eso y muchos políticos han usado este caldo de cultivo para ganar apoyo popular. Otra explicación es que hay cierta evidencia de que muchas de las personas que votan a estos populistas no son de clase social media-baja, sino de clase social media-alta. Que no son los perdedores, que la causa es más bien xenofobia frente al extranjero, sobre todo musulmán.

Hablaba de cuatro teorías, ¿cuáles son las otra dos?

Pues otra causa es que hay mucha gente que, tras años de desarrollo del Estado del bienestar, considera que tiene ciertos derechos y que el Gobierno debe protegerlos, lo que lleva a pedir más proteccionismo -que es otra característica del mundo actual- como reacción a esa globalización que les ha hecho daño. El «buy american» o el «Brexit» van en esa dirección. Y, por último, tenemos una crisis de la democracia representativa. En una era de nuevas tecnologías donde la comunicación es inmediata a través de Twitter o de Facebook, cada vez hay más distancia entre la clase gobernante y la población. Y la gente piensa que la solución a esto son los referéndums para que así todos decidan y esto también es peligroso.

¿Sería muy malo que ganara Trump en Estados Unidos? ¿Tiene posibilidades?

Sí, sería muy malo. Y sí, acabo de venir de Estados Unidos y mucha gente dice que tiene posibilidades.

Mucha gente también temía a Reagan por el mismo motivo que a Trump, ¿será peor?

Es difícil saberlo porque son distintos contextos. Con Reagan estaba la amenaza comunista pero con Trump la amenaza exterior es el terrorismo. Lo que va a ocurrir si Trump gana es que Estados Unidos se van a centrar en sus problemas internos y se van a aislar más del mundo, que es lo que quieren también muchos americanos, no nos engañemos. Los americanos ya no quieren ser el policía del mundo y si ellos dejan de serlo, habrá que ver qué consecuencias tiene.

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