La patronal CEOE se ha mostrado en contra de esta medida porque es «desproporcionada y excesiva». Para los empresarios, supone que las empresas «financiarán al Estado a un tipo cero, soportando la mayor carga del esfuerzo para la reducción del déficit». «Este dinero anticipado por las empresas no podrá, por tanto, ser dedicado a la inversión, con el consiguiente impacto en la creación de empleo», defienden. s.P.