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Juan Bautista Riera: «Los fondos públicos no están para salvar Coepa»

Ocupa el cargo por sustitución de su predecesor, pero no desea que su gestión pase desapercibida. Pasados los duros ajustes internos en la Cámara, ve con preocupación el actual momento empresarial de Alicante

Riera, en la planta «noble» de lo que fue sede de Coepa. PILAR CORTÉS

¿Puede considerarse que hemos salido de la crisis?

Yo creo que todavía no. La financiación es un tema importante para que nos ayude a salir de la crisis y el repunte del comercio no se está realizando de la forma en que desearíamos.

Es curioso que, como representante empresarial, apunte como primera causa de la permanencia en la crisis las carencias en financiación autonómica, muy en línea con el Gobierno de izquierdas de la Comunidad Valenciana.

Yo creo que estamos mal financiados. La inversión pública es algo que dinamiza mucho nuestra economía. Aparte de eso, la financiación de las empresas también se ve con cierta dificultad en cuanto al aporte de garantías.

Los empresarios están dispuestos a secundar la iniciativa del presidente de la Generalitat de protestar en Madrid para reclamar más financiación. ¿Usted se sumaría a una medida de ese tipo?

Yo creo que las labores de despacho son más eficientes que las manifestaciones, pero si llegado el momento, manifestarnos significa hacer un acto en el cual se reivindica la falta de financiación de la Comunidad Valenciana, por supuesto que estaríamos en el mismo.

Hace unos años, la patronal se manifestaba con un gobierno del PP pidiendo agua para todos, y ahora los empresarios vuelven a manifestarse, esta vez con un gobierno del PSOE y de nacionalistas para pedir más financiación. Curiosa esta capacidad de adaptación, ¿no?

Yo creo que las empresas siempre han estado necesariamente con el gobierno de turno. Antes era un gobierno, ahora es otro. La función del empresario es hacer funcionar a las empresas y colaborar de la mejor forma posible con el gobierno que toque en el momento que toque.

En la provincia de Alicante, estamos cayendo en exportaciones e importando menos. ¿Le alarman las cifras?

La situación del comercio exterior es coyuntural. Hasta ahora ha habido un par de indicadores que dicen que las exportaciones bajan. Es cierto, pero yo soy prudente y esperaría un pequeño ciclo más para saber exactamente si ese comportamiento es estructural o es coyuntural. Nuestros mercados tradicionales, el europeo, están sufriendo las consecuencias de la crisis en cuanto al crecimiento de los países compradores. Hay que buscar nuevos destinos, y ahí la Cámara sí puede hacer una labor de estudios de mercados emergentes o alternativas de venta, pero sólo una vez verificado el cansancio de nuestros mercados tradicionales.

Otros mercados y nuevas rutas comerciales.

Efectivamente. En la Cámara tenemos una gran experiencia en internacionalización, hay que consolidar lo que ya tenemos, ver lo que ha ocurrido en los clientes tradicionales y buscar nuevos. Países como Indonesia o áreas como Latinoamérica y el Norte de África son mercados que no están agotados.

¿Qué Presidencia se ha encontrado?

Yo no era una persona ajena a la Cámara y estaba al tanto de todo lo que acontecía. No he tenido sorpresas. De lo que se trata es de continuar la labor iniciada por mi amigo José Enrique Garrigós, que ha tenido momentos muy complicados para conseguir que la Cámara subsistiera. Hace cuatro años había gente que decía que la Cámara iba a durar muy poco y ha permanecido. Creo que la labor de Garrigós ha sido digna de encomio, la Cámara ha tenido que sufrir ajustes de personal y de gastos, y hemos tenido que reinventarnos para conseguir ingresos, pero estamos en una línea de subsistencia que no es cómoda, pero tampoco angustiosa.

¿Continuarán estos ajustes dentro de la Cámara?

Hemos hecho un gran esfuerzo y reducido la plantilla en más de un 50%, éramos 110 y ahora somos 50, y pienso que esa línea es la que vamos a continuar, dependiendo de los ingresos que tengamos Yo no quisiera ajustar más.

¿Qué cree que pasará con Coepa?

Lo que pienso y deseo es que sea Coepa, o sea bajo cualquier otra sigla, la provincia de Alicante necesita una confederación empresarial potente. Sería una desgracia para nuestra provincia quedarnos sin una Coepa. Y digo bien: sin una Coepa, sea Coepa o sea otra cosa. Dicho esto, en la cuestión de Coepa, soy muy respetuoso con las instituciones y me va a permitir que no opine al respecto.

¿Cuándo dice otra Coepa se refiere a la patronal o a otra institución que lidere a los empresarios? ¿La Cámara podría ejercer ese liderazgo?

No, yo estoy hablando siempre de una patronal. La Cámara cumple sus funciones y la patronal cumple otras muy distintas. Aunque los empresarios seamos prácticamente los mismos, yo creo que los objetivos de la Cámara y de la Confederación Empresarial son complementarios, pero no los mismos.

¿Cree que en la provincia hay vacío de liderazgo empresarial?

Cuando el barco hace agua, la gente intenta eludir responsabilidades. Pienso y deseo que sea una etapa transitoria. Por el bien de todos, quiero que las cosas en Coepa se clarifiquen por el bien de todos y que a consecuencia de ellos salga un confederación saneada o se constituya una nueva asociación empresarial necesaria para nuestra provincia bajo otras siglas.

¿Es partidario de que esta u otra patronal se salve con fondos públicos?

Yo creo que los fondos públicos deben ser una ayuda, nunca deben ser una finalidad de salvar a alguien. Cuando se dice salvar habría que entrar a analizar las consecuencias de la crisis. Creo que las asociaciones que nos dedicamos al sector empresarial deben contar con ayuda pública bajo los distintas denominaciones que queramos emplear: gestión de programas, gestión de servicios,.. esa es la labor que nosotros debemos realizar.

Las empresas ya no tienen la obligación de pagar las extintas cuotas camerales. ¿De qué vive la Cámara?

Nos hemos reinventado. Tenemos programas europeos que se están gestionando, además de acuerdos de otro tipo con instituciones como la EUIPO, la Diputación Provincial, o la Generalitat. Siempre bajo los visos de desarrollar programas o servicios. Contamos con un grupo de patronos del Club Cámara cuyas aportaciones también nos ayudan a la subsistencia de la Cámara.

¿La Cámara de Alicante cerrará el ejercicio en números rojos o en números negros?

Estamos intentando conseguir el equilibrio y nos estamos acercando cada vez más a ello. Si los programas que tenemos en marcha se confirman y continúan, el próximo año tendremos un balance equilibrado. Esto no es una institución para ganar dinero, sino para reinvertir los ingresos en la sociedad.

No tenemos gobierno hace un año. ¿Es usted partidario de terceras elecciones?

Nunca. Nuestra ley electoral no había previsto una situación como la que nos encontramos actualmente. La labor de los políticos es anteponer el interés general de un país antes que el interés particular, y no cito a nadie porque eso engloba a todos. Como se ha hecho en otros países, como Alemania, hay fórmulas de concertación y de acuerdo para que el país siga adelante. Unas terceras elecciones serían calamitosas por la pérdida de confianza, aunque es verdad que el país no ha notado que el Gobierno esté en funciones.

Ustedes no son políticos, pero tienen opinión. ¿Cómo valora la gestión de los gobiernos de la Generalitat, la Diputación y del Ayuntamiento de Alicante? Ya que no podemos analizarlos todos, le pregunto sobre el gobierno de la capital.

El Consell está sufriendo una infrafinanciación importante. Tener una financiación justa es un derecho que nos asiste a todos los valencianos porque eso redundará en inversiones que actualmente no se pueden producir. Creo que lo están haciendo razonablemente bien y lo que deseo es que continúen en la línea de exigir financiación. La Diputación cumple una función fundamental dirigida a los pequeños municipios. Yo no soy partidario de que desaparezcan , en absoluto, deben permanecer y mi opinión es que lo están haciendo bien. En el Ayuntamiento de Alicante, el alcalde bastante tiene con lidiar los problemas internos que se le están planteando, pero confío en que la ciudadanía sabrá poner las cosas en su sitio.

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