No quiere dar el paso adelante pero tampoco quiere borrarse de la lista. El presidente de Baleària, Adolfo Utor, reiteró ayer en varias ocasiones, durante el desayuno organizado por el Foro Club INFORMACIÓN-Universidad de Alicante, que no tiene «ninguna ambición» por presidir la patronal alicantina Coepa -o la confederación que le sustituya, en caso de que ésta acabe liquidada-, pero se mostró dispuesto a «colaborar» en caso de que alguien se lo pida. «Si se me plantea, me lo tendré que pensar», aseguró, dejando la puerta abierta a esta posibilidad.

Lo cierto es que, durante todo el acto, al mismo tiempo que rechazaba cualquier interés, Utor se encargó de vender su currículum y sus capacidades para situarse al frente de la patronal alicantina. Así, nada más arrancar su discurso él mismo se encargó de rebatir a quienes le acusan de tener más intereses fuera de la provincia que dentro de ella. Recordó, entre otras cosas, que además de Baleària posee otra empresa -Nautas Technologies- cuya sede «está enfrente del Teatro Principal»; que el 20% de las compras de su naviera se realizan a proveedores alicantinos; o que es miembro de la comisión de patronos de la Cámara. «Siempre que me han llamado para algo he venido», recalcó en múltiples ocasiones.

También respondió a uno de los asistentes que le dejó caer que «estaba más pendiente de Valencia que de Alicante» y señaló que en el «cap i casal» también le acusan «de mirar más a Barcelona, y allí de mirar a Madrid». «Yo de lo que estoy pendiente es de mi empresa», concluyó.

El naviero tampoco se olvidó de recordar su experiencia en cargos similares y, en concreto, los seis años que estuvo al frente de la Asociación Naviera Española, una responsabilidad para la que le tuvieron «que obligar», según sus propias palabras. Además, recordó su presencia en la directiva de la Asociación Valenciana de Empresarios o en la Fundación Connexus.

«Triste»

Al ser cuestionado durante el turno de preguntas por los apoyos con que contaría para presidir Coepa y si alguien se lo había propuesto ya, Utor reconoció que era una cuestión que le habían planteado únicamente en tertulias o de manera informal pero que nadie le había llamado oficialmente para hacerle ninguna propuesta. El naviero aseguró que se siente «triste por el momento que vive la patronal alicantina» y reconoció que el actual presidente en funciones de Coepa, Francisco Gómez, presente en el encuentro, «heredó una situación muy complicada». «Todos sabemos que tenemos un problema, se habla en todas las mesas», apuntó. Por eso, sugirió a Gómez que «recurra a todos los empresarios dispuestos a colaborar», entre los que se incluyó. «Mi vocación es la de ayudar», insistió.

En este sentido, señaló que no supone «ninguna amenaza para nadie» y lamentó que su disposición para colaborar haya sido «malinterpretada» por algunos. Por eso, calificó de «patético» el intento de algunos políticos y empresarios locales de boicotear el acto de ayer.

En la misma línea, tampoco consideró un obstáculo para su posible acceso a la presidencia de Coepa las multas que la Comisión Nacional de los Mercado y la Competencia le ha impuesto por prácticas prohibidas en varias de sus líneas y que fueron la causa de la dimisión en su día de Rafael Martínez Berna de este mismo cargo.

Adolfo Utor señaló que se trata de faltas administrativas y que en algunos casos correspondían a empresas que habían sido absorbidas por Baleària. «Miren ustedes el pasado de una compañía antes de comprarla», aconsejó. También negó ningún acuerdo con Trasmediterránea para repartirse el tráfico a Baleares y aseguró que la firma de Dénia se ha ganado su cuota de mercado «a puñetazos».