En sus múltiples ramificaciones, la crisis económica también ha tenido un impacto negativo sobre el acceso de los ciudadanos a las herencias familiares. Tan es así que en el segundo trimestre de 2016 el número de ciudadanos de la Comunidad que rechazaron los bienes que les correspondía heredar se ha duplicado respecto a hace cuatro años.

Según los datos del Consejo General del Notariado, los 1.018 casos registrados en la autonomía entre abril y junio son casi el doble que los 540 que se contabilizaron en el mismo período de 2012. El incremento es aún más sensible si hacemos la comparación con el tercer trimestre de 2011, cuando la citada cifra llegó a 375. Y eso que ya por entonces la crisis golpeaba sin miramientos. Sea como fuere, entre abril y junio de 2016, cada día once ciudadanos de la Comunidad renunciaron a su herencia.

La autonomía no es un caso aislado. El consejo asegura que, en 2015, fueron rechazadas 37.390 herencias en España, mientras que en 2007 sólo 11.048 quedaron desiertas. Las razones fundamentales son que no se puede hacer frente a los costes y obligaciones que implica o porque lleva aparejada una deuda inasumible.