Más de 3.800 trabajadores extranjeros se han reincorporado al mercado laboral provincial en el último año gracias a la reactivación económica y al repunte registrado en algunos sectores, principalmente la hostelería, el comercio y la construcción, según coinciden los sindicatos y expertos en inmigración. Esta es una evolución al alza significativa, si se tiene en cuenta el «efecto huida» a sus países de origen o a otros más prósperos del entorno europeo que provocaron los estragos en el empleo durante los años más duros de la crisis. Una situación que redujo su peso en el mercado laboral provincial. Aunque, también, muchos de los que no tomaron esta opción fueron a engrosar las listas del paro, al igual que los trabajadores autóctonos.
«Aunque es cierto que hay una cierta reactivación económica, no hay que olvidar que la crisis ha tenido un efecto muy grande tanto en las cifras del desempleo como en la de inmigrantes retornados a sus países», confirmaba Carlos Gómez Gil, director del Observatorio permanente de la Inmigración de la Universidad de Alicante (UA).
Por otra parte, el experto incidía en que uno de los factores que ha podido favorecer esta recuperación de extranjeros al mercado de trabajo, después de la crisis, es que «los inmigrantes tienen una gran capacidad de adaptación ante la irrupción de nuevos fenómenos, ya sean laborales o sociales».
Gómez Gil insiste en que en un contexto de reactivación, los sectores con mayor demanda de mano de obra han absorbido a trabajadores extranjeros que, «tienen una gran flexibilidad a la hora de adecuarse a cambios laborales, de jornada o condiciones de trabajo», añade.
Los afiliados foráneos al sistema en Alicante sumaban al cierre del mes de agosto pasado un total de 78.819, de los que el grueso ( 26,1%) estaba trabajando en el sector de la hostelería y el comercio (12%).
El resto se distribuía entre las distintas actividades económicas. Especial relevancia -más cualitativa que cuantitativa- tiene el incremento de los cotizantes en la construcción, una evolución paralela a la reactivación que está viviendo en 2016 un sector que ha sufrido más de ocho años de paralización y de ajuste, tras la época de alegría de la «burbuja» inmobiliaria. En las obras que los constructores han iniciado en la provincia y en sus sectores auxiliares están cotizando ahora 2.917 trabajadores extranjeros. Son 400 más que hace un año, aunque la cifra todavía se aleja de los 11.099 afiliados foráneos de agosto de 2008, antes de concretarse las duras consecuencias del estallido de la «burbuja».
Algo similar ha ocurrido en las actividades que más dinamismo han registrado gracias a las cifras récord del turismo provincial como la hostelería y el comercio. Este último tipo de negocio ha ganado 360 nuevos empleados extranjeros desde hace un año, al pasar de los 9.108 cotizantes de agosto de 2015 a los 9.468 actuales.
Pero, sin lugar a dudas, la actividad que más evidencia la recuperación de la mano de obra foránea en la provincia es el de la hostelería, que incluso supera las cifras récord que tenía al principio de la crisis. Ahora, 20.640 empleados extranjeros están trabajando en la actividad comercial, 1.208 más que hace un año. Pero, igualmente, son 2.249 más que en agosto de 2008. No obstante, este incremento se ha producido tanto entre trabajadores asalariados como autónomos, ya que el autoempleo también ha sido una de las salidas que encontraron muchos extranjeros ante un escenario recesivo, al igual que muchos otros autóctonos que se quedaron sin trabajo.
De hecho, el número de emprendedores inmigrantes que se han lanzado a abrir un negocio en los últimos ocho años ha crecido un 8,4%. Han pasado de los 17.541 de agosto de 2008 a los 19.027 actuales. Igualmente, este colectivo ha experimentado un crecimiento en el último año en Alicante, con casi mil nuevos autónomos foráneos.
De forma paralela, todos los regímenes de cotización han registrado importantes avances desde hace doce meses (como se aprecia en la tabla incorporada en la ilustración de la información).
No obstante, en esta evolución al alza de la mano de obra extranjera, los sindicatos advierten de que «la vuelta al empleo se está haciendo en condiciones peores que antes de 2007, al tener contratos parciales, de corta duración y, a veces, con jornadas más largas de las que fija el contrato, lo que entraría en el terreno de la economía sumergida, aspecto que hay que vigilar», advierten José María Ruiz Olmos, responsable de comunicación de CC OO, y Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT. Ambos, además, consideran que «es muy difícil» que el colectivo vuelva a registrar cifras de ocupación como las de 2008, cuando el sistema tenía cotizando a más de 93.000 trabajadores extranjeros. El «efecto huida» a sus países durante la crisis o que «muchos de ellos han adquirido la nacionalidad española, no permitiría alcanzar aquellas cifras», subraya Sánchez.
