El préstamo transfronterizo en euros creció a medida que el euro se depreciaba a comienzos de 2015, cuando el Banco Central Europeo (BCE) anunció el programa de compra de grandes cantidades de deuda pública y privada, según el Banco de Pagos Internacionales (BPI).

En su último informe trimestral, publicado este domingo, el BPI dice que este aumento del préstamo fue especialmente marcado entre países que ya contaban con una gran proporción de activos en euros, independientemente de si formaban parte de la zona del euro o no.

Asimismo el incremento del préstamo fue mayor en economías avanzadas fuera de la zona del euro.

El asesor económico y jefe de Investigación de BPI, Hyun Song Shin, dijo al presentar el informe que "el euro ha tomado cada vez más las características de una divisa de financiación internacional, como lo hizo el dólar hace muchas décadas".

La relajación monetaria del BCE relajó las condiciones de financiación en euros, dentro y fuera de la zona del euro.

Esto llevó a unos costes de financiación bancaria menores y a un aumento del préstamo, estimulando el préstamo bancario transfronterizo, según el BPI.

La red de préstamo transfronterizo en euros es la segunda mayor después de la del dólar estadounidense.

La red del dólar no es única y la del préstamo bancario transfronterizo en euros responde a los impactos de la política monetaria de una manera similar.

El BPI encuentra evidencia de que "el euro comienza a tener algunas de las características del dólar como divisa de financiación global".

Asimismo, la respuesta a una relajación de la política monetaria es cualitativamente similar a la respuesta a una restricción monetaria.

Por ello la reacción al anuncio del BCE de una relajación monetaria mayor fue simétrica a la respuesta del dólar al anuncio de una normalización de su política monetaria de la Reserva Federal (Fed) estadounidense en 2013.

"Esta evolución ejemplifica cómo la política monetaria del BCE puede tener efectos más allá de la eurozona", añade el BPI, que es el banco de los bancos centrales y su sede está en la ciudad suiza de Basilea.

Por ejemplo, el préstamo en euros de los bancos suizos a Polonia puede verse afectado por la política monetaria del BCE, incluso si ninguno de los países es parte de la zona del euro.

El BPI recomienda a los responsables políticos observar de cerca la denominación de divisa del préstamo bancario transfronterizo y valorar el impacto de los movimientos de política monetaria en sus propias economías y en otras.

A finales del primer trimestre de este año, los préstamos transfronterizos denominados en euros eran de casi 5 billones de dólares (4,5 billones de euros), o un 21 % del agregado global, según cifras del BPI.

La única divisa con una cuota global mayor es el dólar estadounidense: de 13 billones de dólares, o un 55 % del total global.