El envejecimiento de la población y el consiguiente aumento del número de pensionistas no es el único motivo por el que se han disparado los gastos de la Seguridad Social y el Gobierno se ha visto obligado a recurrir al fondo de reserva para cubrir sus necesidades. Tampoco la caída de ingresos provocada por la crisis económica. Además de todo lo anterior, los años de recesión han coincidido con el retiro de un grupo cada vez más numeroso de trabajadores -los que entraron en el mercado laboral en los años 70- que acumulan importantes carreras de cotización y unos sueldos bastante más elevados que sus predecesores, lo que también ha disparado el importe medio de las nuevas prestaciones.

Así, mientras en el año 2007 los alicantinos que accedían a la jubiliación cobraban alrededor de 829 euros de pensión, en la actualidad el importe medio de las nuevas pagas se sitúa ya en los 1.109 euros mensuales, un aumento superior al 33% y que contrasta con la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido los salarios en el mismo periodo. Se trata de un proceso que se ha dado en todo el país, donde la jubilación ha pasado de 1.002 a 1.328 euros mensuales, de acuerdo con los datos oficiales de la propia Seguridad Social.

De igual forma, esta subida acelerada provoca que las bajas que también se dan en el sistema sean capaces de compensar una proporción cada vez menor de las nuevas altas, ya que por cada jubilado que sale -es decir, que fallece- sólo se ahorran 812 euros frente a los 1.109 euros que cuesta cada nuevo beneficiario que se incorpora.

Funcionarios y bancarios

Como explica el secretario de Empleo y Política Social de CC OO en l'Alacantí- Les Marines, José María Ruiz-Olmos, estos aumentos «no tienen nada que ver con que el Gobierno haya subido o haya dejado de subir las pensiones, simplemente los nuevos jubilados han cotizado más y durante más años que los anteriores. Por tanto, ahora les corresponde cobrar más». Así, Ruiz-Olmos recuerda el gran número de profesionales de la sanidad o la enseñanza que han dejado sus puestos de trabajo en los últimos años, o también las prejubilaciones en sectores como el financiero, donde los salarios eran muy elevados. «En contra de lo que ocurre ahora, muchos de ellos empezaron a trabajar y ya no abandoraron su puesto hasta el momento de la jubilación, lo que favorece que acumulen un periodo mayor de cotización y más antigüedad», insiste el sindicalista.

Por eso mismo, desde CC OO creen que esta tendencia al alza de las pensiones es un «espejismo, que no durará demasiado tiempo». ¿Por qué? Pues, por un lado, porque las reformas aprobadas en 2011, con José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno, y en 2013, ya con Mariano Rajoy, provocarán que las futuras prestaciones sean más bajas al tener en cuenta para su cálculo un número mayor de años. Pero, además, las nuevas tendencias del mercado laboral, con un mayor peso del empleo a tiempo parcial y unamayor precariedad, harán más difícil acumular años de cotización, lo que también rebajará la cantidad que reciban estos trabajadores en su retiro.