El expresidente de Bancaja Antonio Tirado ha destacado este martes que no tiene ninguna relación con las operaciones inmobiliarias de la sociedad Grand Coral en Baja California y la Riviera Maya (México) y ha asegurado que él y los consejeros de la entidad sólo intervinieron en la concesión de créditos que contaban con informes "favorables" de técnicos y del comité de riesgos.

Así lo ha dicho a la prensa a su llegada a la Audiencia Nacional, donde ha sido citado a declarar en calidad de investigado por la juez Carmen Lamela, junto a otros seis exdirectivos y exconsejeros de Bancaja, por la concesión de créditos dudosos a Grand Corald, la sociedad que Bancaja creó junto a los empresarios de Benidorm Juan Ferri y José Baldó con el objetivo de desarrollar miles de viviendas en los principales enclaves turísticos de México. Se da la circunstancia de que ambos empresarios están siendo investigados también por sus negocios con la CAM en la zona, con la que construyeron varios hoteles en los mismos enclaves. La declaración de Tirado estaba prevista para este lunes, pero finalmente se ha aplazado hasta hoy.

Tirado ha afirmado que ni él ni ninguno de los consejeros de Bancaja han participado "en absoluto" en estas operaciones inmobiliarias --Emerald, Zacatón-Piedras Bolas y Vinoramas--. "Sólo hemos intervenido en la concesión de créditos que contaban con informe favorables de los técnicos del Comité de riesgo", ha explicado.

Además, ha constatado que "nunca" ha estado en México, ni conoce a los socios que participaron en las operaciones. Asimismo, ha subrayado que no ha participado en "ninguna de las sociedades instrumentales de la caja".

Tirado y otros 21 exconsejeros y exdirectivos de Bancaja fueron imputados a finales del pasado mes de junio al existir, a juicio de la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, indicios de que actuaron como cooperadores necesarios en delitos de apropiación indebida y administración desleal.

CRÉDITOS DUDOSOS "POR RAZONES DE MOROSIDAD"

Se les investiga porque votaron favorablemente los acuerdos relativos a Grand Coral que afectan a tres operaciones inmobiliarias en Baja California y la Riviera Maya --Emerald, Zacatón-Piedras Bolas y Vinoramas-- y la refinanciación de la deuda del grupo.

Según un informe pericial remitido al Juzgado hace un año, Bancaja concedió durante la presidencia de José Luis Olivas al menos dos créditos a la sociedad que debieron ser considerados "dudosos por razones de morosidad" desde 2010, ya que la refinanciación aprobada por la entidad "no cumplía con las normas" del Banco de España.

Dos expertos independientes del Banco de España que analizaron la fusión y salida a Bolsa de Bankia señalaron también irregularidades en un préstamo sindicado de 520 millones de euros que la entidad presidida por Olivas aprobó el 29 de enero de 2010 para llevar a cabo "la refinanciación y reagrupación de la deuda viva" de dos sociedades del Grupo Grand Coral: Playa Paraíso Maya y Proyectos y Desarrollos Hispanomexicanos.

El análisis pericial señalaba que Bancaja concedió estos créditos por "la incapacidad de las sociedades del Grupo Grand Coral de hacer frente a los vencimientos de las financiaciones".