Aunque lo más fácil para encontrar empleo en Alicante es dedicarse a la hostelería o el comercio -entre camareros y dependientes acaparan una de cada cinco contrataciones que se registran en la provincia-, si lo que se quiere es un empleo fijo y con buenas condiciones salariales lo más conveniente es pasar por la universidad para estudiar informática, obtener algún grado que permita convertirse en técnico en construcción, especializarse en publicidad y marketing -digital, cómo no- o, para aquellos con más don de gentes y capacidad de persuasión, intentarlo de comercial, sobre todo si se tiene un buen nivel de idiomas.
Ésas son, al menos, las ocupaciones que durante el año pasado consiguieron el mayor porcentaje de contratación indefinida en la provincia y cuya demanda, además, está en aumento en los últimos años, de acuerdo con los datos del Observatorio Ocupacional facilitados a este diario por el Servef. Profesiones que aún no mueven las cifras de empleo de otros sectores como el turismo pero que, poco a poco, se hacen un hueco en la economía alicantina.
En este sentido, no resulta nada extraño que sean los informáticos quienes obtengan las mejores condiciones laborales en estos momentos si, como explica el portavoz de Infojobs, Jaume Gurt, «el avance de la digitalización ha hecho que la demanda de perfiles relacionados con las nuevas tecnologías no deje de crecer», y que sean todo tipo de firmas las que reclamen sus servicios ante la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos.
En el caso de las ofertas que gestiona este portal, las dirigidas a informáticos y expertos en telecomunicaciones ya suponen las segundas más numerosas y, además, en los primeros seis meses de este año se han incrementado nada menos que un 55%, lo que da una idea de su importancia.
Así, no es de extrañar que los programadores fueran los únicos profesionales que el año pasado lograron firmar en la provincia un mayor número de contratos indefinidos que temporales, una auténtica anomalía en una provincia donde más del 90% de los empleos que se crean son precarios. Entre estos especialistas, por el contrario, el 54.5% de las contrataciones fueron fijas.
Pero, por si esto fuera poco, la de programador no es la única profesión relacionada con la informática que aparece en la lista de las más estables. En el tercer lugar se sitúan los técnicos en operaciones de sistemas, que también firmaron hasta un 37,25% de sus contratos con carácter indefinido, frente a la media del 9,8% para el conjunto de los asalariados que el año pasado tuvieron la suerte de encontrar un empleo en la zona.
Entre ambas se sitúan los técnicos en construcción, con un 43,65% de contratación estable, lo que refleja la reactivación del sector inmobiliario alicantino y, sobre todo, el aumento de las promociones de obra nueva.
Pero si algo tienen claro las empresas alicantinas en estos momentos es la necesidad de reforzar sus equipos responsables de ventas para aprovechar el tirón de la recuperación, por lo que también son muy cotizados los profesionales del marketing, por un lado, y los comerciales, por el otro. Así, en el epígrafe de «profesionales de la publicidad» -en el que también se incluyen, por ejemplo, los gestores de redes sociales- la contratación indefinida alcanza el 33,3%; mientras que los «agentes comerciales» logran hasta un 30,4%.
«Las ofertas de comerciales se están moviendo muchísimo, por ejemplo, en el sector de las telecomunicaciones o para la venta de productos tecnológicos», señala Adrián del Río, consultor senior de Randstad en Alicante, que también destaca el importante repunte en la demanda de personal administrativo «con idiomas». Y es que la mayoría de los empleadores ya da el inglés por supuesto cuando entrevista a sus candidatos y cada vez se valora más el conocimiento de una segunda lengua extranjera.
Como era de esperar, entre las profesiones que menos sufren la precariedad también se encuentran los médicos especialistas, los técnicos en higiene bucodental o los farmacéuticos, todos con porcentajes que triplican la contratación indefinida media en la provincia, de acuerdo con los datos del Observatorio Ocupacional.
Aunque todos los casos citados hasta el momento requieren de una formación universitaria o un grado superior de FP, también es posible encontrar empleos de calidad para los que no se requiere tanta cualificación. Por ejemplo, entre la lista de profesiones con más estabilidad hay ocupaciones como la de jefe de sección de tienda, que sólo suele exigir estudios medios, o la de trabajadores de la industria de conservas de frutas y hortalizas (lo que incluye las envasadoras de aceitunas o las de frutos secos) y las de elaboración de bebidas no alcohólicas que el año pasado hicieron fijos al 27,26% del personal que emplearon.
Frente a la buena evolución de estas profesiones, quienes pueden darse completamente por vencidos en esto de encontrar un empleo fijo y para toda la vida en la provincia son los actores. Los diversos espectáculos que se representaron en los escenarios alicantinos propiciaron la firma de hasta 1.486 contratos durante el año pasado para estos profesionales pero ni uno solo de ellos tuvo carácter indefinido, una precariedad a la que, por desgracia, ya está más que acostumbrado este colectivo. No lo tuvieron mucho mejor los músicos, compositores y cantantes, que sólo lograron un 0,37% de empleos fijos; ni los coreógrafos y bailarines, que lograron un 1,92% de contrataciones indefinidas. Definitivamente, Alicante no parece un buen lugar para ser artista.
Tampoco para trabajar como empleado de algún servicio de correos, en los que sólo logran permanecer el 0,39% de los que son contratados.
¿Y qué hay de los grandes motores del empleo, es decir, el comercio y la hostelería? Pues, desafortunadamente, ninguno de ellos destaca por la calidad de los puestos de trabajo que genera. Más bien al contrario. De las 86.803 contrataciones de camareros que se registraron en las oficinas del Servef de la provincia sólo un 6,24% fueron con indefinidos, unas cifras muy relacionadas con el carácter estacional de esta actividad, fuertemente vinculada al sector turístico y, por tanto, a los meses de verano. Algo mejor lo tienen los cocineros, con una tasa de estabilidad del 11,49%.
Por su parte, de los 36.017 empleos generados en el comercio provincial para dependientes y similares, sólo un 12,9% siguen a día de hoy en sus puestos de trabajo, de acuerdo con las mismas fuentes. Entre los albañiles, el personal de las empresas de limpieza o la industria manufacturera -los otros grandes yacimientos de empleo de la zona- la cifra apenas ronda el 5%.
Con independencia de su estabilidad, lo cierto es que durante los últimos doce meses prácticamente todos los sectores productivos han experimentado una evolución positiva y han generado nuevos puestos de trabajo en Alicante. De hecho, al finalizar el pasado mes de agosto había en la provincia 22.159 asalariados más que en el mismo mes del año anterior. La única excepción es el sector financiero, que sigue perdiendo trabajadores ante el continuo repliegue de las redes de sucursales. Y es que, tras el varapalo que supuso la desaparición de la CAM y de Bancaja, el goteo de cierres no ha parado y ahora son los grandes bancos los que echan la persiana a las oficinas menos rentables. Una lástima porque este sector también era de los que más empleo estable concentraba.
