El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato defendió ayer la contratación en Caja Madrid tanto de su excuñado Santiago Alarcó como de su secretaria personal, Teresa Arellano, y explicó al juez que instruye la causa que esta obedece a «una denuncia falsa» y que contiene «inexactitudes». En declaraciones a Efe, Rato explicó que reiteró al juez que la denuncia presentada contra él en abril de 2015 «era falsa y contenía importantes inexactitudes, que deberían haber sido comprobadas por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) en los registros de Hacienda».

El titular del juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, investiga al exministro por varios delitos, entre ellos blanqueo, corrupción entre particulares y administración desleal, y en una pieza separada, trata de aclarar los detalles de la contratación de Alarcó y Arellano. Sobre el primero, Rato indicó que el ingreso de Alarcó en Caja Madrid -que llegó a cobrar 480.000 euros anuales- «fue muy beneficioso para la entidad, particularmente en temas como la liquidez y el manejo del balance, ya que la caja carecía entonces de profesionales con su experiencia internacional». Y sobre Arellano señaló que «contaba con una amplia experiencia de mas de dieciséis años en servicios de máxima responsabilidad, y que sus condiciones laborales fueron negociadas por ella directamente con Caja Madrid».