La crisis financiera golpeó de manera inmisericorde en la Comunidad Valenciana por la mala gestión de la mayoría de entidades autóctonas, como Bancaja, CAM o Banco de Valencia, que acabaron desapareciendo. En los años previos a la recesión la competencia entre estas entidades, sobre todo las dos primeras, fue demasiado intensa, en sintonía con lo que sucedía con el resto de actores del sector. La consecuencia fue que se produjo en aquellos años una expansión desbocada de las redes de oficinas, muchas de ellas deficitarias.

Con la llegada de la crisis y la consiguiente reestructuración, iniciada en 2010 con la entrada de Bancaja en Bankia y la CAM en un fallido grupo con Cajastur, se inició el repliegue, que no ha cesado en estos años y que los expertos auguran que continuará, sobre todo ahora que los bajos tipos de interés hacen cada vez más difícil encontrar rentabilidad al negocio bancario.

Así las cosas, desde ese ejercicio y hasta finales de 2015, la Comunidad Valenciana vio cómo el número de oficinas bancarias -sin contar a las cooperativas de crédito- se redujo un 35,5%, algo más de un tercio, al pasar de 3.872 a 2.496 sucursales, es decir, 1.376 menos. El porcentaje está casi seis puntos por encima de la reducción experimentada en el conjunto de España, donde se quedó en el 29,9%, o sea 11.384 oficinas menos que en 2010. En el caso de la provincia de Alicante las cifras sólo son ligeramente mejores, ya que se han perdido el 30,6% de las sucursales, al pasar de 1.375 a 953.

Esta contracción, sin embargo, tuvo una incidencia especial en el subsector de las cajas de ahorros, que fue el que había llevado a cabo una expansión más significativa. Así, la Comunidad Valenciana perdió en esos cinco años 1.081 sucursales, el 48,1% del total, frente al 38,6% de la media española. Por contra, en los bancos el descenso fue de solo el 18,1%, es decir, 295 oficinas menos respecto a las 1.629 que había en 2010. La caída sigue por encima del 16,2% nacional. Por provincias, el mayor descenso en cajas se dio en Alicante, por delante de Girona, Barcelona y Castellón. En bancos, Valencia ocupa la segunda posición y Castellón, la cuarta. En la suma nacional de ambos subsectores Castellón es primera y Valencia, la tercera.

Sin embargo, entre las seis provincias en las que ha aumentado la cifra de sucursales de bancos Alicante figura en la primera posición, con una subida del 6,1%. Un dato que se explica porque la CAM fue adquirida por el Sabadell y su red, aunque mermada por los cierres, ha pasado a engrosar el cómputo de los bancos y ha dejado el de las cajas, donde se siguen contabilizando a CaixaBank, que se quedó el Banco de Valencia, y Bankia.