El mercado inmobiliario alicantino toma impulso. De acuerdo con los datos del Colegio de Registradores, durante el segundo trimestre del año se formalizaron en la provincia 7.901 compraventas de viviendas, lo que supone un notable incremento del 20,7% sobre las cifras del mismo periodo de año anterior, cuando ya habían experimentado un aumento del entorno del 10%. Unos números que apuntan hacia una recuperación definitiva del sector, sobre todo si se tienen en cuenta que la estadística aún no recoge las numerosas operaciones que los promotores cierran sobre plano y que no se contabilizan hasta que se entrega la casa.

Quizá por eso mismo aún resulta más significativo que el dato de ventas formalizadas el pasado trimestre sea el mejor que registra el ladrillo local desde el verano de 2008, cuando se cerró con 8.052 operaciones escrituradas, según las mismas fuentes. Eso sí, aún quedan lejos las cifras que se llegaron a dar durante los años centrales de la burbuja inmobiliaria, cuando era habitual que se duplicara ese número, aunque nadie confía ni desea que se vuelvan a dar aquellos niveles de actividad.

En cualquier caso, las 7.901 viviendas que cambiaron de manos entre marzo y junio vuelven a situar a Alicante como la tercera provincia con mayor volumen de operaciones -tan sólo por detrás de Madrid, con 15.540 inmuebles vendidos, y de Barcelona, con 12.191-, aunque si se analiza el número de casas vendidas por cada mil habitantes la provincia escala hasta la segunda posición, casi empatada con Málaga.

«Sin duda se trata de unos datos muy positivos y que confirman la tendencia al alza que llevamos desde hace un par de años», corrobora el presidente de la Asociación de Promotores de Alicante (Provia), Antonio Fernández, quien asegura que la provincia se encuentra en la «avanzadilla» de la recuperación del sector en España. Eso sí, una recuperación que, de momento, se concentra en las zonas de costa y en las segundas residencias, gracias al buen comportamiento de los compradores extranjeros que suponen casi la mitad del mercado en Alicante.

Por el contrario, la demanda de primeras residencias aún muestra signos de debilidad, debido a la situación económica interna, aunque los empresarios confían en que también se consolide a lo largo del próximo ejercicio. Al respecto, hay que destacar que el indicador de accesibilidad -que mide el esfuerzo que debe realizar el comprador para adquirir una vivienda- se encuentra en mínimos históricos gracias a la caída de los precios y el abaratamiento del euribor, lo que hace pensar en un pronto cambio de tendencia. Así, en la actualidad los nuevos propietarios sólo invierten de media el 23,4% de su salario para pagar la letra de la hipoteca.

Segunda mano

En cuanto a la tipología de las viviendas vendidas, casi un 85% correspondieron a casas de segunda mano, frente a un 15% de inmuebles de obra nueva. No obstante, desde Provia aseguran que las cifras reales son distintas ya que muchas de las viviendas contabilizadas como usadas, en realidad, nunca han sido ocupadas aunque al permanecer más de dos años en el mercado se contabilizan de esta manera. De todas formas, Antonio Fernández asegura que los porcentajes empezarán a cambiar en los próximos meses, cuando se empiecen a entregar la viviendas vendidas sobre plano en los últimos años, desde que la construcción empezó a repuntar.

En el conjunto del país, en el segundo trimestre se vendieron 107.838 viviendas, un 23,7% más, y los precios repuntaron un 7,5%.