La crisis económica ha contribuido a agrandar aún más las diferencias de ingresos que siempre han existido entre aquellos trabajadores que empiezan su andadura en el mercado laboral y los que ya acumulan décadas de experiencia. Aunque nadie se ha salvado de sus efectos, la degradación de las condiciones de trabajo, reflejada en unos contratos cada vez más cortos y en la expansión del empleo a tiempo parcial, se ha cebado especialmente con los más jóvenes, que han visto caer las ganancias que consiguen reunir a lo largo del año en mayor proporción que el resto.
De esta forma, los ingresos medios declarados por los asalariados de la provincia de entre 18 y 25 años cayeron más de un 25% en tan solo cuatro años, según los datos en poder de la Agencia Tributaria, al pasar desde los 6.923 euros anuales que alcanzaban en 2010 a los 5.165 que se contabilizaron en 2014. Una cifra muy por debajo del salario mínimo interprofesional anual -de unos 9.000 euros bruto anuales para un asalariado a jornada completa que trabaje todo el año-, aunque hay que tener en cuenta que esta media tan baja, en realidad, lo que refleja es que muchos de los contribuyentes de estas edades apenas lograron ocuparse durante unos meses o, incluso, unas semanas al año.
En cualquier caso, supone una significativa merma de ingresos que contrasta con lo ocurrido con los salarios medios declarados por aquellos profesionales de mayor edad que lograron resistir en sus empleos (la estadística se elabora con la información que facilitan las empresas sobre las retenciones que aplican a sus empleados, por lo que no recoge la situación de los profesionales que se quedaron en paro). Así, los trabajadores de entre 46 y 55 años redujeron de media un 6,6% su poder adquisitivo (el salario medio declarado pasó de 20.211 a 18.869 euros), mientras que el sueldo de los mayores de 55 años apenas se contrajo un 2%, de 20.510 a 20.156 euros.
En un término medio se sitúan los trabajadores de entre 26 y 35 años, que han tenido que despedirse de aproximadamente un 10% de su salario, hasta quedarse con unos 12.346 euros anuales, según las cifras de la Agencia Tributaria.
Contratos por horas
Para la secretaria comarcal de UGT en l'Alacantí-la Marina, Yaissel Sánchez, las cifras de Hacienda reflejan «las dificultades cada vez mayores que tienen los jóvenes para incorporarse de forma efectiva al mercado laboral, con un empleo estable, que le permita vivir dignamente». Un reciente estudio de este sindicato ya denunciaba el grado de precariedad que se daba entre este colectivo, donde hasta un 58% de todos los contratos firmados lo eran a tiempo parcial. A ello hay que sumar el auge de la contratación por días -alrededor de una cuarta parte de los contratos firmados en la provincia duran menos de una semana-, que supone que a final de año los ingresos recogidos por estos trabajadores sean cada vez menores. «Tenemos la juventud más preparada de la historia, pero les obligamos a marcharse fuera para encontrar un futuro», se lamenta Sánchez.
En la evolución de estos salarios también tiene mucho que ver el hundimiento del sector de la construcción. No en vano, durante los años de la burbuja fueron miles los jóvenes que abandonaron los estudios atraídos por los elevados salarios que se pagaban en la obra. Ahora, en cambio, el sector que más empleo genera es la hostelería, donde los sueldos son mucho más bajos. Además, desde UGT también señalan que el aumento de la economía sumergida también provoca que los sueldos declarados sean cada vez menores.
