El deterioro de las expectativas que tienen los consumidores sobre el futuro de la economía y del mercado laboral ha provocado que el indicador de confianza de julio haya retrocedido y siga por debajo de los 100 puntos, terreno de percepción negativa del que no ha salido desde enero de 2015.

El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora el CIS mensualmente revela que la confianza de los consumidores ha caído un 11,4% en los últimos doce meses y que son más los ciudadanos que creen que la situación económica irá a peor en los próximos seis meses que los que opinan lo contrario.

De hecho, el 33% de los encuestados afirma que las dificultades para encontrar un puesto de trabajo o para mejorarlo serán mayores en el futuro y el 24% indica que no variarán. El ICC se situó en julio en 94,8 puntos, 10,8 puntos menos que en julio de 2015 y por debajo del nivel de los 100, que indica una percepción negativa.

Y es que aunque este índice ha subido y bajado mensualmente en el último año, lo cierto es que desde enero de 2015, un mes después de las elecciones generales del 20 de diciembre, no ha superado la barrera del optimismo. El nuevo descenso de la confianza en julio es consecuencia sobre todo del desplome del indicador que mide las expectativas futuras ya que la encuesta del CIS refleja, por ejemplo, que el número de los consumidores con intención de adquirir bienes duraderos no supera a los que sí tienen intención de realizar este tipo de gasto.

Además, la mayoría, el 59%, cree que sus posibilidades de ahorro durante el próximo año serán iguales y un 25% las considera menores.