Reforzar la economía, aprovechando los primeros síntomas de recuperación, tras un largo periodo de crisis, es el objetivo que se viene marcando desde distintos ámbitos estatales y empresariales. A este llamamiento también se suma el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), presidido por Perfecto Palacio, quien ayer advertía de que «no se puede ganar competitividad en las empresas sólo reduciendo costes salariales y márgenes».

Estas medidas que han adoptado las compañías en la época de crisis para mantenerse en el mercado «ha llegado a su tope». Ineca considera que los salarios no se pueden ajustar más, pero tampoco los márgenes. En este caso, las empresas han recortado esta variable reduciendo los precios ante la debilidad de la demanda.

No obstante, esta circunstancia ha derivado que el Índice de Precios al Consumo (IPC) continúe en tasas interanuales negativas «e inferiores a los valores nacionales», a pesar de que el nivel de precios provincial ha mantenido hasta junio el crecimiento mensual iniciado en marzo, según refleja el Informe de Coyuntura de Ineca correspondiente al segundo trimestre del año presentado ayer.

La tasa negativa de los precios, de hecho, es una de las debilidades sobre la que advirtieron ayer tanto Palacio como el vicepresidente de Ineca, Miguel Quintanilla, y el asesor de análisis de gestión del instituto, Francisco Llopis.

Autoconsumo energético

Y entre las alternativas que proponen para mejorar la competitividad empresarial, se encuentra la optimización de los recursos, entre los que resaltan la despenalización del autoconsumo energético, que «supondría una ventaja competitiva importante» en una provincia como la alicantina, destacó Palacio.

Pero, asimismo, para Ineca las apuestas que pueden hacer coger a laprovincia el «impulso» necesario para «no bajarnos del tren de la recuperación» deberían centrarse también en la innovación. En este sentido, Miguel Quintanilla incidió en la necesidad de que «se conozca la hoja de ruta de la futura Agencia de Innovación que iba a tener su sede en Alicante».

Además, entre las alternativas que supondrían un punto de inflexión para reforzar la economí, Ineca insiste en la necesidad de reducir los costes del papeleo burocrático, así como el implementar ventajas fiscales «que nos igualen a otros territorios», añadió Palacio.

En el «lobby» alicantino también consideran necesaria la transformación de los sectores tradicionales para ganar valor añadido.

Y parece que es el momento. ¿Por qué? Porque la economía alicantina «va bien», aunque no al mismo ritmo que registra la tendencia nacional, tanto en indicadores como el empleo o la balanza comercial.

Palacio señaló como otra de las «alarmas» la pérdida poder adquisitivo. En el Informe de Coyuntura trimestral se refleja por primera vez un cuadro acerca del salario medio anual sobre las pensiones. En este sentido, el presidente de Ineca advirtió de que el ajuste salarial iniciado en 2008, «junto al escaso, pero continuo incremento de las pensiones está originando una aproximación de las cuantías de ambas». Si en el año 2000 el salario medio era casi un 67,1% superior al importe del retiro, con datos de la Agencia Tributaria, el porcentaje se ha ido reduciendo. «Y ya en 2014, un trabajador cobraba un 29% más que un jubilado medio. Consideramos que de no modificarse esta situación y manteniendo la tendencia, en apenas unos años se igualarían los ingresos, concretamente en 2021», añadió Palacio.

Por otra parte, en el informe, además de las debilidades, se valoran positivamente los buenos datos del turismo, el repunte de la construcción, el recorte del desempleo y el aumento de los cotizantes a la Seguridad Social.