Una de las fortalezas que, paradójicamente, ha derivado la crisis para el tejido productivo alicantino es que las empresas que han sobrevivido a este intenso y largo periodo de recesión se han reforzado para ser más competitivas. Las compañías provinciales tienen ahora una media de 7,36 trabajadores en un escenario tradicionalmente dominado por las micorempresas. Han registrado un crecimiento del 2,81% en tamaño en el último año, mientras el aumento medio nacional ha sido del 2,32%. El promedio de plantilla de una compañía española se sitúa en 9,66 empleados. Según destacaba Perfecto Palacio, Alicante ha conseguido rebajar en casi cuatro puntos porcentuales el diferencial. Si al inicio de la crisis, en 2008, la brecha se situaba en el 27,5%, en junio de este año bajaba al 23,6%.