El Banco Popular registró un beneficio neto de 94 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone un 50% menos que en el mismo periodo de 2015, después de dedicar todas las ganancias del segundo trimestre a provisiones. Así lo explicó la entidad en una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en la que también da cuenta de la sustitución de su consejero delegado, Francisco Gómez, por Pedro Larena.

Sin contar las provisiones extraordinarias, el beneficio neto ordinario se sitúa en 168 millones, un 10,6% menos que hasta junio del año anterior, lo que se debe al «intenso» recorte de los márgenes por los bajos tipos de interés, la supresión de las cláusulas suelo y la dotación de 52 millones al Fondo Único de Resolución del BCE.