CaixaBank ha logrado en el primer semestre de este año un beneficio de 638 millones de euros, lo que supone un 9,9% menos que en el mismo período de 2015, que incluía impactos extraordinarios asociados a la integración de Barclays Bank. El resultado obtenido, explica la entidad, se apoya en un elevado nivel de ingresos, en la contención de los gastos de explotación y en las menores dotaciones, que suman entre enero y junio 912 millones de euros, un 36,6% menos. La ratio de morosidad, por su parte, sigue reduciéndose y se sitúa ahora en el 7,3%, tres décimas menos que hace un año.