El futuro presidente de la Fundación CAM se encontrará al poco de asumir el cargo con un asunto pendiente sobre el que los actuales patronos no han decidido nada, como es la aplicación del anunciado Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a una plantilla, compuesta por poco más de 50 personas, cuyas condiciones laborales se acordaron cuando existía la CAM y que suponen un gasto de más de dos millones anuales a la Fundación.