La dimisión el pasado lunes de Matías Pérez Such como presidente de la Fundación CAM, tras cuatro años al frente, ha abierto el debate sobre la sucesión, que está previsto que se cierre antes de finalizar este mes.

Los dieciséis miembros del Patronato, que deben elegir al nuevo rector de la institución, comienzan a pensar en el perfil idóneo de la persona a relevar al primer mandatario de la Fundación, heredera de la Obra Social de la antigua CAM. Una gran mayoría coincide en que debe ser «un hombre de consenso, de prestigio y de equipo», además de una persona «con tiempo para dedicar» a la institución. Igualmente, destacan que este perfil debería de estar por encima de las afinidades políticas (PP o PSOE), que, además, fue uno de los aspectos en los que se coincidió al inicio de la andadura de la Fundación, «porque la función y trabajo de la entidad es muy importante y ha sido emblemática en el tiempo, por lo que debe alejarse de las vinculaciones a uno u otro partido», subrayan varios patronos.

Además, saben que tendría que ser un representante del territorio de Alicante, donde estaba la sede central de la extinta caja de ahorros, por lo que se reducen las posibilidades. Entre los miembros alicantinos se encuentran la funcionaria de la Diputación María José Argudo; la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes; el exdirector general de Comercio de la Generalitat con el PSOE, Luis Boyer; la profesora de Derecho y exconcejal de Benidorm, Irene Bajo -actual vicepresidenta-; la abogada ibense Mari Carmen Sanjuan, el exedil socialista de Alicante, Manuel de Barros o Miguel Valor, exalcalde popular de Alicante. La vicepresidencia la ostentaba hasta el pasado lunes Clemente García, patrono por Murcia, otro de los territorios históricos de la CAM. Este vicepresidente es, precisamente, el que ha asumido la presidencia de la institución hasta el nombramiento del sucesor, según marcan los estatutos.

No obstante, este proceso de relevo puede tener «pocos novios», si se tiene en cuenta que ni patronos ni presidente perciben retribución alguna, pese a que el cargo suponga un reto importante para cualquier aspirante. Además, el futuro mandatario sería el que aplicase el ERE anunciado hace meses.

La Fundación y el Instituto Valenciano de Finanzas -que actúa como una especie de tutor de la entidad- trabajan para poner en marcha el proceso de relevo, que marca los estatutos.