Más de 36.900 parados con una ayuda asistencial, frente a los 25.250 que perciben la prestación contributiva, vinculada al periodo de cotización. Esta es la fotografía fija que en mayo -último mes con datos computados sobre prestaciones de desempleo- presentaba la provincia, que entonces sumaba un total de 175.097 trabajadores sin empleo. «Esta relación muestra el deterioro de un mercado laboral provincial marcado por contratos muy precarios -por horas, semanas o un mes- que impiden a los trabajadores alcanzar la mínima cotización para generar derecho a cobrar el paro, además de poner en cuestión las triunfalistas voces sobre la recuperación», según advertía Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina.

Esta «negativa» relación -que supone que un 48,2% de los parados cobre el subsidio y sólo el 32,9%, la ayuda contributiva- además, se muestra con especial evidencia en las ciudades con mayor implantación de la actividad industrial como Elche, Elda o Alcoy, que se encuentran a la cabeza, entre los grandes municipios, con mayor número de parados beneficiarios del subsidio en relación con los que perciben la ayuda contributiva. En las tres poblaciones, estos últimos casi duplican a los desempleados con subsidio, el primer escalón asistencial tras agotar la ayuda contributiva, y que supone percibir alrededor de 420 euros, dependiendo de la situación familiar e ingresos de beneficiario.

En la ciudad zapatera de Elche, los desocupados con algún tipo de prestación alcanzan la cifra de 11.964 y representan el 43,16% del total, según un informe elaborado por UGT. Ahora, en la estadística «llama la atención que sólo 3.652 cobren la tradicional ayuda del paro, mientras que casi el doble, es decir, 6.249, sean los que sobrevivan con el subsidio», destaca Yaissel Sánchez. El resto hasta los 11.964 beneficiarios de ayudas lo conforman perceptores de prestaciones mínimas como la Renta Activa de Inserción o el Programa de Activación de Empleo. Muy similar es el escenario que presenta otra ciudad industrial y con gran implantación del sector calzado como Elda. Los datos del paro reflejan que el pasado mes de mayo sólo 889 trabajadores sin empleo cobraban la prestación contributiva, frente a los 1.780 beneficiarios de la asistencial. Y en Alcoy, la proporción era de 660 perceptores del subsidio, frente a 1.391 de la contributiva.

A pesar de que, tradicionalmente, la industria muestra cifras de mayor estabilidad en el empleo, por lo que en caso de que un trabajador se encuentre en situación de desempleo, su condición de beneficiario le situaría más entre los que cobran la prestación contributiva, que entre los que ingresan las asistenciales. «Pero es que el sector industrial tampoco es ajeno a la precariedad laboral, porque con un contrato de un mes tienes que encadenar muchos para que puedas tener derecho a cobrar la ayuda contributiva», denunciaba Yaissel Sánchez.

Diferencias

En otras grandes poblaciones de la provincia, sin embargo, la relación entre las dos prestaciones arroja unas diferencias menos acusadas, aunque en todas los beneficiarios del subsidio superan en número a los de la ayuda del paro. En Alicante, 5.892 percibían la asistencial y 4.531, la contributiva; en Torrevieja la relación era de 1.564 a 1.039; en Benidorm, de 1.510 a 1.1.62 y en Orihuela, por ejemplo, era de 1.149 a 950, según los mismos datos de UGT. Otro aspecto que destaca el sindicato en su informe es que por tramos de edad, «donde se encuentra el grueso de perceptores es el de entre 55 y 59 años, que en total son 14.934, una cifra muy elevada para un colectivo que encuentra muchas dificultades para volver a encontrar un empleo y que está sobreviviendo con una prestación», advierte la secretaria territorial de UGT, quien incide en que la precariedad en los contratos «tiene luego una incidencia especial a la hora de percibir una pensión digna».