Los economistas de la Comunidad consideran que la economía sufre un periodo de estancamiento. Los profesionales detectan en los últimos meses, especialmente desde marzo, un «enfriamiento» de las economías española y autonómica, aunque prevén una ligera mejora en el próximo semestre, según la encuesta trimestral que elabora el Consejo General de Colegios de Economistas de la Comunidad Valenciana entre sus afiliados. El paro, la inadecuada dimensión y estructura de las empresas o la evolución de la demanda son los aspectos que más preocupan a los especialistas.
Los presidentes de los tres colectivos territoriales -Juan Manuel Pérez Mira, Francisco Menargues y Jaime Querol, decanos de Valencia, Alicante y Castellón, respectivamente- presentaron ayer el contenido de la encuesta en Valencia y uno de los resultados que destaca es la evolución de las perspectivas entre los economistas alicantinos. La provincia ha pasado de ser la que habitualmente se mostraba «más optimista en esta serie de encuestas» a ser donde «más se percibe esta rebaja de las expectativas», subraya el propio informe.
En este caso, sólo el 27,96% de los profesionales alicantinos opina que la situación económica ha mejorado, un porcentaje que es tres puntos inferior a marzo y ocho en relación a diciembre de 2015). Además, los que consideran que el contexto económico «está peor» sube al 27,01%, que supone nueve puntos más que hace apenas tres meses y 14 que hace seis. Los que consideran que el escenario sigue estable se mantienen en un 45,02%.
Esta encuesta de coyuntura se realizó entre 800 profesionales de la Comunidad desde el 23 de mayo al 7 de junio, antes de las elecciones generales, así como del referéndum en Reino Unido sobre su salida de la Unión Europea.
Incertidumbre política
El decano del COEV, Juan Manuel Pérez Mira, reconoció que «el periodo de incertidumbre política ha lastrado el crecimiento económico. En la encuesta realizada hace un año se observaba un repunte en las expectativas económicas; ahora nos encontramos en una fase no de pesimismo, pero sí de estancamiento. No se pueden tomar ciertas decisiones de índole económica cuando el marco no está claro».
El «estancamiento» ratificado por los economistas de la Comunidad en los últimos meses -marcados por la incertidumbre por la falta de gobierno, después de los comicios de diciembre- se basa en la nota que los profesionales conceden a la marcha económica tanto española -a la que otorgan una puntuación de 4,88- como autonómica, para la que empeora la calificación, con 4,42 puntos. El paro sigue siendo el problema que más preocupa a los economistas de la Comunidad. En concreto, al 75,34%, un porcentaje superior al 56,88% que muestra su inquietud por la inadecuada dimensión y estructura de las empresas valencianas y el 55,05% que la expresan por la evolución de la demanda. La cotización del euro o los costes laborales son otros de los problemas que identifican. Además, los economistas alicantinos subrayan en un 20,38% de los casos la preocupación por la escasez de agua para el desarrollo económico en la provincia.
Los profesionales muestran unanimidad al señalar que el Corredor Mediterráneo sería beneficioso para la economía. Coinciden en que sería una baza decisiva a la hora de atraer inversiones extranjeras y un factor de crecimiento del turismo (4,29), mientras que únicamente dan 1,47 puntos a la posibilidad de que la creación de esta infraestructura pudiera ser causa de desequilibrios territoriales. Otra de las cuestiones consultadas en esta edición de la encuesta es sobre las medidas de austeridad impuestas por la UE. En una escala de uno a diez las respuestas de los economistas se sitúan en el 5,41, lo que, según el decano de Valencia, indica que este colectivo aboga por menos austeridad y más políticas expansivas del gasto, aunque sin caer en los extremos de cada caso.
