La resolución de sancionar a las seis turroneras fue adoptada por la Sala de la Competencia de la CNMC por mayoría simple y con el voto particular de dos de sus miembros. Un hecho que no ha escapado a las compañías afectadas, que creen que estas discrepancias pueden ser un buen argumento para sus recursos ante la Audiencia Nacional. El primer voto particular es el de Fernando Torremocha que, entre otros aspectos, asegura que no se puede hablar de una «conducta continuada» por parte de los infractores y que pone en duda que los fabricantes puedan repartirse el mercado de marca blanca, ya que considera que son las cadenas de supermercados las que tienen el poder. Además, considera que no está justificado que a cada uno de los infractores se le imponga como multa un porcentaje diferente de su facturación. Este último argumento es el que esgrime el segundo voto particular, emitido por Benigno Valdés. d. navarro