La Fundación CAM, heredera de la extinta obra social de Caja Mediterráneo, reúne hoy en Alicante a su Patronato para aprobar las cuentas del ejercicio 2015. Y lo hará en medio del fuerte malestar de varios de sus miembros por lo que consideran una «discreta o escasa» actividad de la entidad y una deficiente gestión económica que no logra aportar nuevos ingresos y acumula elevadísimos gastos derivados de su personación en procesos judiciales y de mantener una plantilla sumida en el aburrimiento.
Aunque el desacuerdo con la gestión se ha extendido entre consejeros alicantinos y valencianos, son los patronos de Murcia quienes han expresado su inquietud por escrito. La Fundación prevé aprobar esta tarde las cuentas de 2015 y debatir dos puntos incluidos en el orden del día a petición de patronos de esa comunidad, a saber: el estado del anunciado expediente de regulación de empleo y la actividad futura de la Fundación. Representantes del Instituto Valenciano de Finanzas ya han repasado de forma minuciosa toda la contabilidad.
Los consejeros de Murcia se quejan de la escasa actividad de la institución en su territorio (uno de los históricos de la extinta CAM) y del elevado mantenimiento de la plantilla, unos 50 trabajadores cuyas condiciones laborales se acordaron cuando existía la caja de ahorros y representan para la Fundación unos dos millones de euros al año. El ERE se anunció, pero aún no se ha hecho.
Y apenas hay ingresos. Constituida en 2014 y bajo la presidencia del exresponsable autonómico de Turismo con gobiernos del Partido Popular, Matías Pérez Such, la Fundación llegó a superar los 70 millones de euros en fondos para desarrollar actividades culturales y sociales en las comunidades valenciana y murciana, además de poseer cerca de 40 inmuebles, algunos de ellos de alto valor, unas 4.000 obras de arte y una biblioteca compuesta por unos 195.000 volúmenes, muchos de ellos legados de conocidos autores españoles.
«Las propuestas se van acumulando y apenas se hace nada. El Sabadell no tira de la obra social y se acumulan gastos jurídicos que no se compensan con ingresos», explica un patrono. «Entre abogados y personal, queda poco margen para acometer acciones de rango benéfico -social, exposiciones, conciertos, colaboraciones con organismos públicos o empresas privadas», añade fuentes del Patronato, que componen 17 miembros consensuados por el PP y el PSOE.
La Fundación CAM está personada en varios procesos judiciales ligados a la quiebra de la caja, entre otros, el cobro de dietas del expresidente Modesto Crespo, el presunto falseo de cuentas por la antigua cúpula directiva, la acusación particular contra el expresidente de la comisión de control de la CAM y contra el exdirector general por el cobro de dietas y por la concesión de créditos supuestamente ventajosos al primero.
