La patronal alicantina Coepa celebra esta tarde su asamblea anual, en la que deberá aprobar la liquidación de las cuentas del año pasado, que recogen unas pérdidas de 251.000 euros. Unos números rojos acordes con la complicada situación económica que atraviesa la organización empresarial, en pleno concurso de acreedores, y que también reflejan el motivo de estos problemas, ya que vuelven a ser el centro de oficios y la abultada cuota que Coepa debe satisfacer a la autonómica Cierval -que la patronal alicantina discute- los principales causantes de este agujero.

De hecho, como se encargan de destacar sus actuales responsables, sin estos dos lastres Coepa habría presentado un presupuesto equilibrado, tras los duros ajustes acometidos en los años anteriores y la venta en el año 2014 de su sede de la plaza de Ruperto Chapí, en Alicante, que le permitió cancelar casi toda su deuda financiera.

Cuotas de socios

En total, la organización empresarial tuvo el año pasado unos ingresos de 1.495.000 euros frente a unos gastos de 1.746.000 euros. Entre los primeros destaca el aumento de las cuotas abonadas por los socios, que pasan de 179.000 euros en 2014 a los 199.000 del año pasado, y que, aun así, suponen una solo una pequeña parte del presupuesto. El resto corresponde a subvenciones. Por su parte, en el capítulo de gastos destacan los 785.000 euros que se llevaron las nóminas de los trabajadores, casi un 20% menos que el año anterior y la mitad de lo que suponía este apartado en 2012. Una cifra que durante el presente ejercicio de 2016 se reducirá aún más tras el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha dejado a la patronal con sólo dos empleados, uno de ellos a tiempo parcial.

Pero las facturas que realmente descuadran los números son los 346.000 euros que Coepa debe anotar por la amortización del centro de oficios y los 65.000 euros de intereses que generó el crédito que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) concedió a la patronal para la construcción de este edificio, cuyos impagos detonaron la entrada en concurso.

La cuota de Cierval suponen otros 80.000 euros -aunque Coepa insiste en que esta cifra debería rebajarse a 30.000- y el gasto en abogados para afrontar los numerosos pleitos que la organización tuvo el año pasado -muchos por las denuncias de las denominadas organizaciones críticas- sumó otros 40.000.

Acelerar las negociaciones

Por otra parte, el presidente en funciones de Coepa, Francisco Gómez, también deberá informar de la situación actual del concurso de acreedores. Una vez que el administrador concursal ha presentado su informe y que no se han producido alegaciones, el objetivo de Francisco Gómez es acelerar el proceso, para lo que prevé iniciar a lo largo del mes de julio las negociaciones con los dos principales acreedores. Es decir, el Instituto Valenciano de Finanzas, que tiene la consideración de acreedor privilegiado, y la patronal autonómica Cierval, a la que se deben ya casi 480.000 euros en cuotas.

El máximo responsable de la patronal alicantina confía en alcanzar un acuerdo con sus homólogos valencianos, aunque es consciente de que para ello deberá ceder algo en la negociación de los estatutos de esta última, que quiere garantizarse su futuro captando nuevos socios entre los que actualmente tienen las patronales provinciales.

En cualquier caso, Coepa tiene de tiempo hasta finales de octubre antes de verse obligado a decidir si presenta un convenio para salir del concurso de acreedores o, finalmente, opta por la liquidación.