«Nuestro país es la cuna del chocolate. De América vino en cacao, pero nosotros elaboramos el producto por primera vez. En el centro de Europa lo que hicieron fue añadirle leche, por lo que se popularizó al hacerse más accesible a los niños», explicaba Pedro López, consejero delegado de Chocolates Valor. Fue un monje del Monasterio de Piedra de Zaragoza «quien lo fabricó con azúcar y luego se extendió a Italia y el Centro de Europa, allá donde España tenía sus posesiones», detalla Federico Moncunill, del Consejo de Jijona.