El futuro de la Cámara de Comercio de Alicante pasa por reforzar aún más su papel de apoyo a la internacionalización de las empresas de la provincia y por una mayor cercanía a las pymes, a las que debe ofrecer servicios más ajustados a sus necesidades. Ésos son los principales retos que, según los empresarios consultados, deberá afrontar el nuevo presidente de la institución, tras la renuncia el pasado lunes de José Enrique Garrigós. Un cargo que, de momento, ocupa de forma interina el hasta ahora vicepresidente primero, Juan Riera, pero que en los próximos meses deberá decidirse en las elecciones que tiene que convocar a nivel nacional para todas estos organizaciones el nuevo Gobierno que salga del Parlamento recién elegido.

Prácticamente todos los miembros del pleno y dirigentes patronales preguntados coinciden en reconocer la tarea realizada por Garrigós para enderezar las cuentas de la entidad, después de que el Gobierno dejara prácticamente sin ingresos a las Cámaras al suprimir las cuotas obligatorias que, hasta entonces, pagaban todos los negocios a estas instituciones. La puesta en marcha de nuevos servicios, como vía para mejorar la recaudación, los ajustes de plantilla y el alquiler de la sede del Palas han permitido reducir las pérdidas hasta prácticamente equilibrar el balance, pero ahora queda finalizar el proceso y encontrar un modelo definitivo para la institución.

«Creo que la Cámara debe centrarse ahora en su papel de apoyo a los exportadores, que es más necesario que nunca y que siempre ha sido su gran fuerte», asegura el presidente de la Federación de Empresarios del Metal (Fempa) y miembro del comité de la Cámara, Guillermo Moreno. Un enfoque en el que también coincide el presidente de la Federación de Exportadores de Productos Hortofrutícola de Alicante (Fexphal), Jorge Brotons, quien destaca la experiencia que ya acumula la institución en este terreno.

Sin espera

En la misma línea que los anteriores, también el presidente de Cepyme, Cristóbal Navarro, cree más necesario que nunca el apoyo de la Cámara de Comercio a los exportadores «en un momento en que el sector exterior es el que tira de la economía» por lo que cree que la institución no puede permitirse «varios meses de inacción hasta que se celebren las nuevas elecciones». Por eso reclama al presidente en funciones, Juan Riera, que se ponga manos a la obra cuanto antes.

Por su parte, el también miembro del comité de la Cámara Juan José Sellés cree que la entidad debe mejorar el trato que ofrece a sus usuarios y aumentar los servicios que presta a todo tipo de empresas. Pero, además, considera que la Cámara debe reforzar su papel «como interlocutor del empresariado alicantino ante las administraciones», sobre todo en un momento en que la patronal Coepa está debilitada por sus problemas económicos.

No opina igual, el presidente de la patronal, Francisco Gómez, quien considera que «cada organización tiene su papel» y éstos deben ser «complementarios». Al respecto, Gómez señaló que la Cámara debe convertirse en una institución «que ayude a los empresarios» para lo que «debe modernizarse y adaptarse a las necesidades que tienen las compañías en el siglo XXI».

El actual vicepresidente de la Cámara y presidente de los hoteleros de Benidorm, Toni Mayor, va un paso más allá y propone estudiar los modelos que se aplican en otros países para ver «de qué forma puede mejorarse el funcionamiento actual y si hay que reconducir su cometido».

Gestión más eficiente

Para el promotor y miembro del pleno Rafael Regalado, se debe potenciar aún más el papel de la Cámara de Comercio en la internacionalización de las empresas alicantinas ya que, como recuerda, estas instituciones tienen «mucho reconocimiento en el extranjero e ir de la mano de una de ellas supone un marchamo muy importante». Además de esto, Regalado apuesta por mejorar la «eficiencia en la gestión de los recursos» para asegurar la «viabilidad» de la organización; también por acercar «todavía más la institución alas empresas», sobre todo para ser «más útiles a las pymes y por potenciar el papel de la Cámara «como dinamizador de la economía local».

Unos objetivos en los que también coincide el miembro del comité Armando Sala. «A pesar de todo lo que se ha hecho, la situación económica de la Cámara sigue siendo complicada y debemos atraer a esas pequeñas y pymes industriales que ahora desconocen qué servicios prestamos», apunta el también promotor. Así, a su juicio sería básico que la entidad se esforzara aún más en apoyar la salida al exterior de estas pymes y también propone que la Cámara facilite el acceso de estas empresas a las ayudas europeas.