Los empresarios de la provincia valoran positivamente la gestión realizada por Jose Enrique Garrigós al frente de la Cámara de Comercio de Alicante, tras la renuncia que presentó en el pleno del pasado lunes, y destacan, sobre todo, su carácter conciliador y la habilidad que ha demostrado para mantener a flote la institución, después de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero suprimiera las cuotas obligatorias que debían pagar todos los negocios y que suponían el grueso de sus ingresos. Una decisión que, como señalan, se ha llevado por delante las cámaras de otras provincias.

"Fue un golpe muy duro porque, casi de la noche a la mañana, la Cámara se quedó sin ingresos y se ha sabido reconducir la gestión", señala el empresario y miembro del comité ejecutivo de la institución, Juan José Sellés, quien califica de "magistral" la operación que permitió alquilar el Palas al Ayuntamiento por más de medio millón de euros anuales, lo que supuso una importante inyección de liquidez. También destaca la ausencia de conflictos en la negociación de los recortes de personal que se han acometido.

En la misma línea, el presidente de la Federación de Empresarios del Metal, Guillermo Moreno, también miembro del comité de la Cámara, califica de "muy positiva" la etapa de Garrigós y recuerda el triste camino que han seguido estas instituciones en otras zonas, como Albacete. "El principal problema que nos queda es la finalización del contrato del Palas, que obligará a pensar qué hacemos con el edificio, pero ha dejado una situación bastante saneada", asegura Moreno. En este sentido, tras el golpe inicial que supuso la citada supresión de las cuotas camerales, la institución llegó a presentar pérdidas de hasta 3,9 millones de euros en 2012, una cifra que este año se habrá logrado reducir por debajo de los 500.000 euros.

"Ha hecho lo que ha podido, que ha sido bastante en vista de lo que había", ha coincidido también el vicepresidente segundo de la institución y máximo dirigente de la patronal hotelera de Benidorm, Toni Mayor. "Le ha dedicado mucho tiempo y ha hecho una buena labor", apunta el presidente de la Federación de Exportadores de Productos Hortofrutícolas, Jorge Brotons.

Por su parte, el presidente en funciones de Coepa, Francisco Gómez, ha destacado el "talante conciliador" de José Enrique Garrigós, que en más de una ocasión ha hecho de mediador en los conflictos que se han registrado en los últimos años entre el empresariado alicantino. "Más allá de algunas cosas puntuales, creo que su trabajo ha sido bueno", asegura, aunque también cree que el desgaste al que se había visto sometido "era importante".

Riera, un hombre de la casa

En cuanto al que será su relevo, al menos hasta que se convoquen las nuevas elecciones, Juan Riera, la mayoría pone de relieve que es "un hombre de la casa", tras más de 30 años formando parte de la Cámara de Comercio. "Conoce todos los resortes y es una persona muy bien valorada en Valencia y en Madrid", apunta Juan José Sellés. "Ahora lo que tiene que hacer es ponerse a trabajar, no podemos permitirnos pasar varios meses de parálisis hasta que haya nuevas elecciones en la Cámara, con el papel que juega esta institución en el fomento del comercio exterior", apunta, por su parte, el presidente de Cepyme y miembro del pleno de la institución cameral, Cristóbal Navarro.

José Enrique Garrigós presentó este lunes su renuncia voluntaria a la presidencia de la Cámara de Comercio de Alicante tras más de seis meses en el cargo, ante el desgaste que acusaba y su voluntad de dedicar más tiempo a la familia. Durante su mandato, el también presidente del consejo regulador del turrón ha tenido que hacer frente a la reestructuración de la entidad tras la supresión de las cuotas camerales, que obligó a recortar más de la mitad de la plantilla.