­El sector turístico de la Costa Blanca reaccionó ayer con cautela ante la decisión de los ingleses de abandonar la UE, lo que, a priori, llena de incertidumbre el futuro de las relaciones turísticas de la provincia con el que es el principal mercado turístico extranjero, y básico en municipios como Benidorm, que desde hace cuarenta años tiene su oferta adaptada al gusto británico. De momento, el Brexit no va a afectar a los números de esta temporada porque está todo vendido. Antonio Mayor, presidente del Asociación Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), subrayó que «es cierto que la libra está cayendo sobre el euro, pero también sobre el dólar, que en definitiva es nuestro gran competidor. Eso si que es un gran problema para los ingleses, que no van a poder viajar a Turquía, a la República Dominicana, y que si quieren disfrutar de vacaciones pues tendrán que venir a Benidorm», indicó Mayor.

El presidente de Hosbec no ocultó, sin embargo, su disgusto. «La verdad es que no lo esperaba. Estamos ante una situación nueva y hay que ver cómo evolucionan los acontecimientos porque tampoco es inmediata. Cabreado estoy pero, insisto, el mensaje de turismo es de tranquilidad. Mucho peor lo va a tener, a mi entender, el sector inmobiliario, que va a ser el gran castigado», subrayó Mayor. «Nuestra arma es el buen servicio. Mientras la mantengamos sufriremos mucho menos».

Treinta mil vuelos

El pasajero del Reino Unido es clave en el aeropuerto de Alicante-Elche, al representar el 45% de los 10,6 millones de viajeros del año pasado (este año se esperan un total de 12 millones y el mismo porcentaje de ingleses). Ayer mismo, la terminal atendió a 100 vuelos (aterrizaje y despegue) con destino al Reino Unido. Unas 30.000 operaciones al año.

De hundirse la libra, casi si cinco millones de turistas ingleses estarían en el aire. Este es el importante trozo de la tarta del turismo que se juega la Costa Blanca ahora mismo tras consumarse el «brexit». Las consecuencias no se notarán este verano porque ya está todo vendido y con crecimientos, además, del 25% en las reservas del mercado británico, pero existe expectación en cuanto a lo que pueda pasar a partir de la temporada alta de 2017. El precio de las vacaciones es un factor fundamental para explicar que la Costa Blanca, y en concreto Benidorm, sean zonas prioritarias en España para el turismo inglés. Precisamente, este año está siendo espectacular en cuanto a recepción de visitantes ingleses, ya que a los cupos habituales se han unido los turistas que han cambiado Túnez, Egipto y Turquía por la provincia.

La relación de la Costa Blanca con el turismo inglés es, además de económica, sentimental, pues en no en vano, la propia Benidorm no podría explicarse sin el turismo inglés, ya que fueron muchos los tour operadores que a principios de los años 70 del siglo XX llegaron a financiar la construcción de hoteles a cambio de reservarse las habitaciones para sus clientes.

Antonio Mayor recuerda que «en los años 60, cuando España no estaba integrada en la Comunidad Europea los ingleses ya venían». Mayor es optimista porque, además, existen en estos momentos factores coyunturales que hacen más competitiva a España y a la costa provincial en relación a los principales competidores «pero debemos estar moderadamente tranquilos».

Lo que más inquieta es si la libra pierde valor en relación al euro «porque, entonces, el sector turístico es menos competitivo», apunta Javier García, vicepresidente de Hosbec, de la Cehat, y de la cadena hotelera Magic Costa Blanca.«Hay que esperar a ver cómo termina el tema de los tratados porque ahora hay dos años para ver cómo quedan la relaciones y, por ejemplo, su forma de viajar pero también hay que recordar que «ha habido otras situaciones de crisis económicas en Europa y en la propia Gran Bretaña con caídas del 25/30% del valor de la libra y los ingleses seguían viviendo», aseveró Javier García.

La Costa Blanca absorbe también este verano la demanda británica que antes elegía como destino vacacional Túnez, Turquía o Egipto. Pero la inestabilidad de estos países les hace perder reservas. En este sentido, Benidorm refuerza día a día sus vínculos con los visitantes ingleses. No obstante, José María Caballé, presidente de la cadena Servigroup, alerta de que «no podemos ponernos nerviosos pero tampoco mirar hacia otro lado. Nuestra relación coste/calidad/precio es de las mejores del Mediterráneo español. Hemos sabido hacerlo bien y por ahí no hay problemas porque, incluso, nuestros precios no son tan bajos como los de determinadas zonas de la Costa Brava o, incluso Baleares», aseveró.

Caballé, que ya ha vivido varias crisis europeas y de la propia Gran Bretaña subrayó, no obstante, que «no podemos negar que el mercado inglés es muy sensible al precio y nuestro principal destino rival es Turquía, hoy cerrado pero con dos millones de plazas que en cuanto se tranquilice la situación social volverán al mercado y con precios tirados. Por eso, tampoco está mal que se trabajen otros mercados para soltar lastre», aseveró Caballé

Por su parte, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, convocó ayer al sector turístico a una cumbre la próxima semana para analizar las repercusiones inmediatas que puede tener a corto y medio plaza la salida de la UE del Reino Unido, el principal mercado turístico.