Banco Sabadell anunció ayer la venta de Mediterráneo Vida, la compañía que la CAM creó junto a la holandesa Aegon en 2004 para comercializar seguros de vida. El comprador es un consorcio de fondos de inversión liderado por el británico Ember Capital, con el que se llevaba negociando, al menos, desde el pasado mes de abril y que ha desembolsado más de 200 millones de euros, según las fuentes del sector consultadas.

Aunque Mediterráneo Vida mantiene un volumen de saldos de clientes de alrededor de 1.900 millones de euros, se trata de una cartera en extinción ya que no realiza nuevas contrataciones ni tampoco renueva las pólizas de sus clientes desde que el Sabadell adquirió el 100% de la sociedad, debido a que la entidad catalana tiene firmado su acuerdo de bancaseguros con Zurich. De ahí, el interés por desprenderse de la compañía.

Aún así, el banco aclara que, aunque haya vendido la propiedad, seguirá gestionando la relación con los clientes y la intermediación a través de su división especializada.

El motivo de la ruptura

Mediterráneo Vida se hizo tristemente célebre al convertirse en uno de los motivos por los que Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura decidieron romper su proyecto de fusión con la CAM. Una de las cláusulas que habían acordado en su día la caja alicantina y Aegón permitía a esta última exigir la recompra de su participación si, en algún momento, cambiaba la propiedad de la entidad. La aseguradora, que tuvo que ser rescatada por el Gobierno holandés, quiso sacar tajada de la situación y exigió el cumplimiento de dicha cláusula al formalizarse la fusión y pidió 600 millones de euros. Una cantidad que los socios de la CAM no estaban dispuesto a asumir.

Meses más tarde fue el Sabadell el que tuvo que negociar con la aseguradora hasta que llegó a un acuerdo para hacerse con el total de la propiedad.

Ahora el grupo catalán ha logrado zanjar este capítulo con el traspaso a este consorcio de fondos, de los que valora que invierten a largo plazo y con vocación de permanencia.