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Luchar contra los elementos

La inestabilidad europea y el temor al «Brexit» pasa factura a las exportaciones alicantinas

La Unión Europea parece estar sufriendo los achaques como «Viejo Continente» que es. Los nuevos factores/actores que están apareciendo en un escenario de economía global, marcado por la incertidumbre, los conflictos sociales y el temor al «Brexit», le están impidiendo dar una rápida respuesta a los desafíos. Retos que tienen sus consecuencias directas en los mercados, retrayendo la demanda.

Y si no, que se lo digan a los exportadores alicantinos que hace dos meses consecutivos que vienen registrando descensos de sus ventas en el exterior, especialmente en Europa, que representa el 64,7% del total de su facturación internacional. En abril, las exportaciones provinciales cayeron un 5,9%, al alcanzar los 444,9 millones de euros, según los datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX).

Un retroceso arrastrado por dos de sus principales actividades productivas como el calzado y el mármol, y que, además, se desmarca de la tendencia al alza de las exportaciones nacionales (+6,3%) y también de las autonómicas (+16,4%). En el ámbito de la Comunidad, el sector manufacturero alicantino o el de la piedra natural no pueden competir en estos momentos de ralentización de los mercados con las potentes industrias de la cerámica (Castellón) o del automóvil (Valencia), actividades que han sido el impulso de las ventas autonómicas.

Cuando Europa había encontrado el camino de salida de una larga en intensa crisis económica, comenzado el año, la incertidumbre y la inestabilidad volvían a instalarse tanto en la sociedad europea como entre los inversores.

La caída de los precios del petróleo; la fuerte volatilidad de las bolsas al comienzo de año; la debilidad que comienza a mostrar la economía de China; el retraso en las medidas de acogida por la masiva llegada de refugiados a la Vieja Europa que huyen de la guerra en Siria; los atentados por parte de radicales islamistas en países como Francia o Bélgica y, el último desafío: el referéndum que hoy celebra el Reino Unido sobre su permanencia o salida de la Unión Europea («Brexit»). Toda una concatenación de nuevos factores limitadores coincidiendo en el tiempo contra los que resulta difícil luchar para avanzar en la recién iniciada recuperación.

Y menos mal que la cotización del euro está siendo favorable para las exportaciones europeas a las zonas donde se opera con el billete verde norteamericano. Ayer, la moneda única se cambiaba a 1,1285 dólares. De hecho, durante la larga travesía del desierto que ha supuesto la recesión mundial, la depreciación de la divisa europea ha impulsado las ventas al exterior al ser más baratos y competitivos los productos en el área dólar. Las exportaciones se han convertido en este tiempo en un auténtico balón de oxígeno ante el debilitado mercado doméstico.

El comercio exterior alicantino venía de superar crecimientos de dos dígitos y en abril ya caía casi un 6%, aunque en el acumulado del primer cuatrimestre el descenso apenas rebasaba el 1,1% , al alcanzar los 1.785,7 millones de euros.

El calzado, principal sector exportador provincial, sorprendió en febrero con un retroceso del 11% de sus operaciones. Una temporada muy débil en las tiendas europeas por las altas temperaturas, combinada con la situación de incertidumbre que vive la zona euro, se encuentran entre las explicaciones más comprensibles, apuntan los empresarios. «Somos un producto de consumo, de moda y no de primera necesidad, por lo que somos los primeros que nos resentimos por las dudas de los mercados», subrayaba Marián Cano, presidenta ejecutiva de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal).

Y la debilidad de la demanda se ha centrado en los países-clientes más importantes para este sector manufacturero, que centra el 70% de sus ventas en la Europa occidental, según cifra Luis Ferrero, responsable del departamento de Internacional de la Cámara de Comercio de Alicante. Y dentro de este área, los primeros destinos son Francia, que absorbe el 20% del total; Alemania (10%) y Reino Unido (8%), según los mismos datos de la institución cameral. Las compras de calzado en el país vecino se han desplomado en el primer cuatrimestre del año un 15,14% por los 107 millones facturados. Primero, las altas temperaturas, después, los ataques islamistas y las movilizaciones sociales han invertido la tendencia de las prioridades de los consumidores franceses, por lo que se han resentido las compras.

La bolsas y el reto de los refugiados

De forma paralela, la convulsión de comienzos de año de las bolsas por las dudas sobre la recuperación y el reto que está suponiendo la llegada de refugiados sirios a la UE y sobre el que las autoridades europeas no acaban de adoptar medidas ágiles, han configurado un escenario de retroceso en Alemania, donde la provincia ha perdido más de un 10% de cuota de mercado por el bajón de sus exportaciones.

Y la preocupación que tienen los políticos sobre el resultado del referéndum de hoy en Reino Unido se ha trasladado a los empresarios alicantinos, ya que es un cliente muy importante, en el que la facturación ha caído un 15%. Los compradores británicos están «siendo más cautos, reduciendo el riesgo. Ahora, el posible "Brexit" es nuestro primer escollo y después, vamos a ver qué pasa con Francia», añade Cano, quién reitera que la medida más factible es «seguir diversificando mercados para compensar».

Aunque el sector lleva tres meses de retrocesos, los empresarios apuntan, igualmente, que también puede ser un «efecto corrector» después de importantes subidas, apuntaba Ferrero.

Confían en que no triunfe hoy el «Brexit». La provincia se juega 2.342 millones, ya que las relaciones con el Reino Unido suponen hasta el 7% del PIB de Alicante, según un informe del Instituto de Estudios Económicos (Ineca). Luis Ferrero y la industria del calzado también confían en que los retrocesos exportadores serán un «aspecto coyuntural» por la estacionalidad de muchos sectores. Además, los empresarios esperan que ahora la evolución sea al alza debido a que abril y mayo «son meses de cambio de temporada en el calzado, por lo que hay menos pedidos». «Volvemos a arrancar ciclo, con las ferias y tomamos el pulso a los clientes», añade Marián Cano.

Por otra parte, el mármol lleva más tiempo sufriendo un descenso de sus exportaciones, más que por la situación del mercado europeo, por la de otros de sus tradicionales clientes, como Oriente Medio o China, que ya el pasado año mostraban síntomas de paralización. El primero por la inestabilidad social y el segundo por la debilidad de su economía. No obstante, en abril, las manufacturas de la piedra alicantina registraron un ligero repunte, según los datos del ICEX.

Factores que marcan la incertidumbre y el bajón de las compras

-Volatilidad de los mercados y caída del precio del petróleo al inicio del año.

-Debilidad de la economía china, mercado importante de sectores como el mármol.

-Llegada de refugiados a Europa y retraso en las medidas para la acogida. Un reto para los países de la UE, principal cliente de las ventas alicantinas.

-Ataques islamistas en Francia o Bélgica que crean inestabilidad y retraen el consumo.

-Preocupación por el resultado del referéndum que hoy celebra Reino Unido sobre su permanencia o salida («Brexit» de la Unión Europea).

-Altas temperaturas en Europa que hacen caer las compras y afectan a las ventas del calzado provincial.

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