Los empresarios alicantinos valoran positivamente la iniciativa del Consell de poner en marcha un banco público para facilitar la financiación de los sectores productivos y favorecer un cambio de modelo, pero consideran insuficiente la dotación inicial anunciada por el Ejecutivo valenciano.

Según explicó el propio president Ximo Puig, el futuro Banc de la Generalitat se desgajará del actual Instituto Valenciano de Finanzas a finales del próximo año con la intención de competir con el resto de operadores privados en la concesión de créditos al sector empresarial y llegar donde las entidades privadas no pueden. Hasta que llegue ese momento, será el IVF el que otorgue los préstamos, para lo que cuenta con unos fondos iniciales de 75 millones de euros.

«Todo lo que sea facilitar la financiación a los empresarios, bienvenido sea. Luego habrá que ver cómo funciona en la práctica», señaló el presidente de la Asociación Hotelera de Benidorm y Comarca (Hosbec), Toni Mayor, que, eso sí, reclamó que el dinero se destine a proyecto viables para evitar que sean todos los contribuyentes los que tengan que hacerse cargo de los fiascos «como ha ocurrido hasta ahora».

En la misma línea, el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, también valoró positivamente «la filosofía de este banco público» y confía en que no se quede en «una promesa más en tiempo electoral». En este sentido, considera algo escasa la dotación inicial -las primeras líneas prevén 10 millones de euros para todo el sector agroalimentario de la Comunidad Valenciana- pero, sobre todo, cree que este dinero debería destinarse a favorecer la incorporación de jóvenes al sector.

También el presidente de la asociación de autónomos ATA en la Comunidad Valenciana, Rafael Pardo, le da un voto de confianza a la iniciativa del Consell aunque, eso sí, señala que estarán «vigilantes» para comprobar que estos planes se hacen efectivo y el dinero se destina para lo que se ha anunciado. Así, Pardo recuerda que en otras ocasiones buena parte de los fondos de iniciativas similares se han quedado sin utilizar por el exceso de garantías que se exige a los beneficiarios. Del mismo modo, también ve insuficiente la dotación inicial de las líneas de financiación pero confía en vayan aumentando progresivamente. En su caso, asegura que uno de cada dos autónomos siguen teniendo problemas para acceder al crédito.