Hace dos años que el sector hortofrutícola provincial ha ido viendo cómo sus ventas a Rusia han ido desplomándose, quedándose reducidas a productos preparados por el veto impuesto a los alimentos procedentes de la Unión Europea (UE). Fue la réplica de Putin al paquete de sanciones por el conflicto en Ucrania en 2014, que prorrogó en 2015 y ahora ya ha anunciado que volverá a ampliar a 2017.

Un verdadero jarro de agua fría para el sector agrícola provincial, que, además, advierte de que esta situación «perjudica enormemente a los exportadores, ya que ha propiciado que países del Magreb, por ejemplo, hayan aprovechado ese veto para ampliar su presencia comercial en el mercado ruso, fundamentalmente con frutas y verduras que sustituyen a las nuestras e, indirectamente, también en el resto de mercado europeos», alerta la Unió de Llauradors.

Antes del bloqueo, Alicante vendía a los distribuidores rusos limones, pimientos o tomates y ahora sólo exporta productos hortofrutícolas preparados. En 2013 los agricultores exportaron frutas, legumbres y hortalizas por valor de 74,2 millones de euros, según los datos de las Cámaras de Comercio.

Un año después, las ventas cayeron un 21% hasta los 64,3 millones y en 2015, «desaparecieron» del balance de la comercialización con Moscú estos productos y se centraron casi exclusivamente en los preparados, que tan sólo representaron una facturación de 6,8 millones. Esta tendencia ha continuado en el primer trimestre de este año y la exportación de frutas y hortalizas preparadas ha supuesto 1,5 millones, un 47% menos que en igual periodo del pasado año, según los mismos datos de las Cámaras.

Un panorama «desolador porque necesitamos abrir nuevos mercados. Somos una provincia exportadora de nuestros productos agrícolas y necesitamos sacar nuestras mercancías», lamentaba Eladio Aniorte, presidente de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante.

Tanto Asaja como la Unió criticaban que el sector sufra esta situación, derivada de un conflicto netamente político. «Es un cuestión política, ajena totalmente a la agricultura, que pasa factura a los productores y ganaderos de la Comunidad», reitera la Unió, que, además, reclama a los gobernantes de la UE que «reviertan esta situación que perjudica enormemente al sector agrario».

Aunque poco después del inicio del conflicto, el Gobierno comunitario aprobó ayudas para los productores que compensaran el veto de Rusia, la Unió de Llauradors denuncia que «se sigue quedando fuera de estas ayudas la granada». E, igualmente, reclama que las cuantías «lleguen directamente a los agricultores». La organización agraria exige al Gobierno de Mariano Rajoy que «defienda en Bruselas la ampliación de la lista de productos agrícolas».

El reglamento que gestiona las ayudas compensatorias por el bloqueo de Moscú expira el 30 de este mes y ya ha trascendido que la Comisión Europea «pretende reducir el contingente de cultivos y lo hace para ahorrar dinero», denuncia la Unió de Llauradors.

Esta organización agraria indica, además, que la previsión es que se reduzca en un 70% el cupo asignado a cada grupo de cultivos. Con el recorte de tonelajes, los contingentes para España quedaría en 16.000 toneladas para cítricos, 6.900 para hortalizas, 6.900 para melocotón y nectarina y 1.500 para otras frutas. Sí se incluiría el caqui y la cereza, explica la Unió.