La asociación Ausbanc clausuró ayer todas sus oficinas, incluida la de Alicante, después de que el bloqueo de las cuentas decretado por el juez Santiago Pedraz impidiera a los actuales responsables de la organización hacerse cargo de los gastos más elementales para su funcionamiento, como las nóminas o los alquileres. Una decisión que el magistrado tomó esta decisión tras la detención el pasado mes de abril del presidente de Ausbanc, Luis Pineda, por diversos casos de supuesta extorsión.

Aunque en un principio los nuevos responsables de la organización tenían la intención de continuar con su actividad con independencia de lo que ocurriera con Pineda, lo cierto es que las medidas cautelares adoptadas por la Audiencia Nacional lo han hecho imposible, lo que ha obligado a bajar la persiana y a despedir a los trabajadores. En cuanto a los casos pendientes, los abogados que colaboraban con la asociación se han comprometido a continuar con su tramitación, para lo que ya han empezado a contactar con los afectados para subrogarlos, según explicó el hasta ayer delegado de Ausbanc en Alicante, Pedro Pérez, quien afirma que no tendrán «el más mínimo perjuicio». En toda la provincia, la asoción representaba en estos momentos a unos 200 clientes, según Pérez.

El delegado de Ausbanc en la provincia ya se desmarcó, en una entrevista con este diario, de las supuestas prácticas irregulares de su presidente.