La fábrica de aluminio de Alicante deja atrás definitivamente la crisis y, tras la mejora que ya experimentó el año pasado, cuando logró incrementar su producción alrededor de un 5%, las previsiones de este ejercicio apuntan a un nuevo aumento del 13%, que colocarán a la factoría a pleno rendimiento, según confirman desde Aludium, la nueva compañía propietaria de la planta después de que Alcoa decidiera desprenderse de ella a finales de 2014, cuando la vendió en un solo lote junto con las instalaciones que también poseía en Amorebieta (Vizcaya) y Castelsarrasin, en el sur de Francia.

Buena parte de esta espectacular evolución se debe a los nuevos contratos que el grupo ha logrado para suministrar material para la construcción, entre los que destacan los destinados a la ampliación de tres importantes aeropuertos internacionales: los de Nanjing Lokou y Guangzhou New Baiyun en China, y el de Kia en la ciudad de Yeda, la segunda ciudad de Arabia Saudí. Todo un logro si se tiene en cuenta que son, precisamente, los competidores chinos los que están copando este tipo de licitaciones en todo el planeta.

En este caso, los encargos han llegado a Aludium a través de la holandesa Euramax, especializada en el tratamiento del aluminio para este tipo de usos arquitectónicos y que, por ejemplo, es la responsable de la impresionante cubierta del parque temático que Ferrari ha construido en Abu Dhabi. De esta forma, las bobinas de material laminado salen desde Alicante o Amorebieta hasta las instalaciones de esta compañía, que se encarga de transformarlas en placas y pintarlas con un tratamiento especial para resistir la corrosión.

La utilización del aluminio para cubiertas de grandes edificios es cada vez más habitual ya que es mucho más ligero que el acero u otros metales y ofrece mayores posibilidades para adaptarlo a la forma necesaria. Un filón que la propietaria de la fábrica alicantina piensa seguir explotando ya que supone una de sus grandes apuestas de futuro.

De momento, los tres encargos recibidos le han supuesto una producción adicional de unas 3.000 toneladas que, según los responsables de Aludium, han provocado que la fábrica ya trabaje a su máxima capacidad. Al menos hasta que el próximo mes de octubre entre en funcionamiento el nuevo horno de recocido, que le permitirá ampliar la producción en otras 5.500 toneladas. En este sentido, hasta la fecha ya se ha servido todo el material para el aeropuerto de Guangzhou, está a punto de acabar el pedido de Nanjing y en breve comenzará la fabricación del material para las instalaciones de Arabia Saudí.

Desconexión de Alcoa

Por otro lado, Aludium se encuentra en estos momento en pleno proceso de desconexión de los sistemas informáticos de Alcoa, en la que están trabajando más de 120 personas, de las que unas 40 son externas a la compañía. Con esta operación se dará por finalizado el proceso de traspaso de las fábricas. En su primer año como compañía independiente, Aludium logró facturar 482 millones de euros, de los que 167 millones correspondieron a la producción realizada en la factoría de la partida alicantina de Agua Amarga.