Otra realidad derivada de la intensa crisis en la provincia es el aumento de trabajadores que han ido sumando meses en el desempleo. Son los parados de larga duración -los que perdieron el trabajo hace más de un año-. Los que tienen cargas familiares y no tienen ingresos perciben durante únicamente seis meses la subvención especial de 420 euros mensuales, plan que se ha ido prorrogando en los últimos años. Al cierre del primer trimestre, los parados alicantinos que perdieron su empleo hacía más de un año representaban el 51,4% del total, porcentaje igual al de finales de 2015, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Sin embargo, a principios de 2015 era superior (52,7%). Pero antes de la crisis, en 2007, este colectivo representaba el 33,2% del total de parados. Con los datos del paro registrado -no la EPA-, en marzo eran 89.970 alicantinos los que se encontraban en esta situación. Eran el 49,78%, según datos de UGT.