La crisis de los 40 y los 50 años se ha convertido en una cruda realidad para muchos parados alicantinos. Y no se trata de esa etapa en la que algunos atraviesan un bajón psicológico por encontrarse en la medianía de la vida, sino de las duras consecuencias que ha deparado la recesión económica para este colectivo. Ahora son más los desempleados alicantinos con más de 45 años que se encuentran sin trabajo que antes de la crisis. De representar el 23,1% del total de parados al comienzo de 2007, ahora ya superan el 40,2%, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que arrojaba un total de 210.800 alicantinos sin empleo en el primer trimestre del año.

Se encuentran en la plenitud de su vida laboral, en muchos casos con familia e hipotecas que pagar, pero la crisis los ha llevado al paro. «Son esos trabajadores que en los momentos más duros de la crisis fueron expulsados con mucha facilidad del mercado laboral provincial y que, tras años sin empleo, por la falta de oportunidades laborales, entran a competir directamente en ofertas de ocupación con gente de menor edad, por lo que encuentran mayores dificultades para reincorporase al mundo del trabajo», subrayaba la secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina, Yaissel Sánchez.

Y, además, los desempleados de más de 45 años es la franja de edad donde más se ha incrementado el paro en los últimos años. Del 23,1% del total que representaban antes de la crisis, en los primeros meses del ejercicio en que se hablaba ya de los primeros síntomas de la recuperación económica (2015), este colectivo conformaba el 35,6%; justo a finales de año el porcentaje escalaba hasta el 39,5% y tres meses después, el último balance de la EPA reflejaba un nuevo incremento hasta el 40,2% a finales de marzo.

Ante esta progresión geométrica, los sindicatos vienen reclamando medidas para los desempleados que se encuentran en esta franja de edad.

Plan para los parados de 55 años

El nuevo dirigente de UGT, José Álvarez, reclamaba la pasada semana en Valencia la necesidad de poner en marcha un plan para los trabajadores sin empleo mayores de 55 años. «Se trataría de una especie de puente hacia la jubilación para que estas personas no vean mermada la cuantía del retiro, dado que para el cálculo de la pensión se tienen en cuenta los últimos años de cotización, que sería muy inferior en el caso de estas personas al haber pasado tanto tiempo en paro y tener serias dificultades para reincorporarse al mercado laboral», explicaba Yaissel Sánchez. De forma paralela, el sindicato plantearía dar un impulso al denominado contrato relevo, que tradicionalmente ha servido para sustituir la salida de un trabajador mayor, que se jubila, por la entrada de uno joven.

«Las empresas se han ido desprendiendo durante la crisis de los empleados con más experiencia y con un saber hacer, que es un activo para las compañías. Han ido desaprovechando el conocimiento de esas personas que podían ir transmitiéndoselo a las jóvenes incorporaciones», planteaba la representante de UGT.

CC OO, igualmente, confirma que los sectores «más golpeados por la crisis han sido los mayores de 45 años y las mujeres»., según Consuelo Navarro, secretaria general de CC OO en l'Alacantí-Les Marines. La dirigente sindical achaca el escenario actual del mercado laboral provincial a «al alta precariedad» y a que las empresas «han ido sustituyendo plantillas de empleados mayores de 45 por contratados en precario».

Para corregir esta situación, Navarro admite que, «primero se tiene que reactivar la economía». Pero, igualmente, considera que «hace falta conciencia por parte del empresariado alicantino de la importancia de tener plantillas estables, formadas y cualificadas porque aportan valor a las empresas».

Los sindicatos vienen reivindicando hace tiempo un cambio en el modelo productivo, « que esté menos sujeto a sectores como la hostelería y el comercio, que generan un empleo muy coyuntural, y apuesten más por la industria», coincidían Sánchez y Navarro. Para los sindicatos, las políticas de estímulo para la contratación de mayores de 45 años son necesarias, pero insisten en «el compromiso del empresariado», con el empleo estable, porque «las administraciones pueden promover la contratación de esas personas, pero no se puede estar financiándola continuamente», advierte Navarro.

Otras franjas de edad

La crisis ha zarandeado los cimientos del empleo, en realidad, para todas las franjas de edad. Tampoco los desempleados entre 25 y 44 años se salvan. De hecho, es el colectivo con más paro, representando el 46,5% de total. Sin embargo, en los últimos años se ha ido invirtiendo la tendencia al alza. Antes de la crisis suponían más de la mitad de los desempleados alicantinos (51,7%); a principios de 2015 eran el 49,6%, y a finales del pasado año, el porcentaje bajaba hasta el 45,7%, para repuntar este año al 46,5%. UGT señalaba que en el último año «sí hay un tramo de la población que ha ido consiguiendo empleo, pero es muy precario», explicaba Yaissel Sánchez. Igualmente, la comparativa de los datos de la EPA refleja una «mejoría» del desempleo entre los más jóvenes. Sin embargo, los sindicatos advierten de que se trata de un «alivio» estadístico. La realidad es otra. «No es que haya mejorado el paro entre los más jóvenes, sino que ante la falta de trabajo, muchos han decidido retomar los estudios», matizaba la dirigente ugetista.