Tras su aprobación preliminar por parte del pleno del Consell del pasado viernes, el conseller de Economía, Rafael Climent, presentó ayer a los representantes del comercio el nuevo plan que quiere poner en marcha el ejecutivo autonómico para reordenar el sector, y que incluye medidas como la posibilidad de declarar «áreas comerciales saturadas» si existe colapso en los accesos o se superan los umbrales de ruido o contaminación en alguna zona determinada, tal y como ya explicó este diario en enero. Además, durante la reunión del Observatorio del Comercio, en el que están representados los pequeños establecimientos, los centros comerciales, los supermercados y los sindicatos, Climent también reiteró que el proyecto lleva aparejadas diversas inversiones por valor de 73 millones de euros para dinamizar esta actividad, que se ejecutarían en los próximos cinco años.

Según el conseller, el objetivo del proyecto es «impulsar el comercio de proximidad, manteniendo la diversidad y el equilibrio entre el comercio urbano y el comercio periférico».