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El IVF rechaza quedarse el centro de oficios de Coepa aunque su tasación sea mayor que la deuda

El administrador concursal ve posible un acuerdo pero la hipoteca lastra el futuro de la patronal

El IVF rechaza quedarse el centro de oficios de Coepa aunque su tasación sea mayor que la deuda

La salvación definitiva de Coepa sigue dependiendo de la voluntad del Consell. Aunque los responsables de la patronal alicantina confiaban en que una tasación independiente de su polémico centro de oficios bastaría para ablandar al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), lo cierto es que desde este organismo no se han movido ni un ápice de su posición inicial y siguen rechazando de plano la dación en pago del edificio, por mucho que la valoración encargada por los empresarios a una compañía certificada por el Banco de España asegure que su precio de mercado sería superior al de la hipoteca que arrastra.

Así lo señalaron ayer fuentes oficiales del banco público dirigido por Manuel Illueca, donde se aferran a los informes jurídicos internos para justificar su negativa a aceptar el inmueble. El motivo es que el Ayuntamiento de Alicante vinculó la cesión temporal de los terrenos en los que se asienta el centro a que éste se destinara a formación, un uso que no podría darle el IVF, por lo que el consistorio podría reclamarlos. Lo mismo sucede con las subvenciones europeas de alrededor de 1,7 millones que recibió el proyecto.

De esta forma, Coepa sigue teniendo complicada la salida del concurso de acreedores en el que se halla inmersa desde el pasado 10 de marzo, precisamente, al no poder afrontar los pagos de esta hipoteca. En este sentido, el administrador concursal designado por el juez, el abogado Luis Fernando Alonso Saura, considera que la patronal podría tener viabilidad, si logra desprenderse de la losa del centro de oficios o si consigue generar nuevos ingresos que le permitan establecer un plan de pagos creíble.

Así, el letrado considera bastante factible firmar un convenio con el conjunto de acreedores ordinarios, que incluye a la patronal autonómica Cierval, a la que se deben unos 470.000 euros, y diversos proveedores, como bufetes de abogados y consultoras, a los que se adeudarían otros 200.000 euros. Es con lo que cuentan en Coepa, donde creen que su nivel de cuotas actuales sería suficiente para ir pagando estas cantidades -con alguna quita- una vez que el ERE aprobado ha reducido su plantilla a tan sólo una persona a jornada completa y otra a tiempo parcial.

El caso del Instituto Valenciano de Finanzas va por otra vía, ya que se trata de un acreedor privilegiado, con garantía hipotecaria. Desde la patronal confiaban en que si la tasación del edificio superaba los 3,9 millones del importe de la deuda -como parece que ha ocurrido-, el banco del Consell cambiaría la posición que ha mantenido hasta ahora y aceptaría quedárselo como dación en pago. No obstante, el propio administrador concursal reconocía ayer a este diario que el organismo público no tiene ninguna obligación en este sentido, y puede continuar con la ejecución de la deuda por el cauce ordinario.

Ésa sería la intención de los responsables del IVF con su rechazo a quedarse el edificio. Ante esta situación se abrirían varias posibilidades. La primera sería que los responsables de Coepa renunciaron a salvar a la entidad y ésta entrara en liquidación, con lo que el centro se vendería al mejor postor. La segunda opción sería que la patronal continuara con sus planes, firmara un convenio con los acreedores actuales y, cuando el IVF ejecutara el crédito, se hiciera cargo de la cantidad de la deuda que quedara por cubrir -en una ejecución hipotecaria el acreedor puede adjudicarse el bien por el 50% del precio establecido- , para lo que tendría que buscar más ingresos de cara al futuro.

Un gesto político

La tercera alternativa es que la Generalitat realice un gesto político y sea otro organismo autonómico distinto del IVF -el Servef o alguno dependiente de la Conselleria de Educación- el que se quede el centro y asuma la deuda, aunque esto también podría ocurrir si se llega a la liquidación, para evitar que sea un tercero el que se quede las instalaciones por una cantidad irrisoria.

Al respecto, el presidente en funciones de Coepa, Francisco Gómez, confía en que la contundente negativa del IVF forme tan sólo parte del proceso negociador y que el Gobierno valenciano se avenga a buscar una solución conjunta para este problema. Así, Gómez continúa manteniendo su optimismo y se muestra convencido de que la patronal podrá salir del concurso, tal y como ya aseguró la semana pasada.

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