La creación de empresas baja en Alicante en relación a hace un año. Y aun representando una caída del 10,9% las 456 mercantiles constituidas en marzo, el mayor desplome lo registra el capital inicial global suscrito entre las nuevas empresas provinciales. En conjunto, de una primera inversión de 11,2 millones desembolsado por las 512 sociedades que se crearon en marzo del pasado año, se ha pasado a los 4,2 millones. Un 62% menos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Todo parece indicar que la grave factura que ha pasado la intensa crisis económica a lo largo de los últimos ocho años ha vuelto más conservadores a los emprendedores. «Aunque se creen más empresas, se minimiza el riesgo», explicaba ayer un representante empresarial.
Además, la tendencia a la baja en el capítulo inversor se ha mantenido en el primer trimestre de este año. En conjunto, de los 31,5 millones desembolsados por las 454 nuevas mercantiles creadas en enero en Alicante, se pasó en febrero a los 12 millones cuando se constituyeron 497 firmas. Y en marzo bajó el número de emprendedores hasta los 456 e, igualmente, el capital inicial global descendió hasta los 4,2 millones.
Tradicionalmente, la provincia se ha encontrado en el grupo de cabeza entre las provincias con mayor creación de empresas por su gran dinamismo. Pero en marzo, Alicante siguió la tendencia a la baja que se registró a nivel nacional, aunque el retroceso provincial fue más acusado, dado que la caída media en el territorio nacional fue del 0,8% en relación a un año antes, frente al descenso del 10,9% en Alicante.
Además, los nuevos empresarios provinciales se distancian ampliamente de la línea ascendente seguida a nivel estatal en el esfuerzo inversor. El capital social suscrito en el tercer mes del año para la constitución de nuevas sociedades creció en España un 89,8% respecto al mismo mes de 2015, hasta superar los 1.175 millones de euros, según los mismos datos del INE. En conjunto, el importe inicial desembolsado en Alicante sufrió el retroceso citado del 62%.
Ampliaciones y disoluciones
También el miedo al riesgo pareció atenazar a las mercantiles ya constituidas en la provincia a la hora de ampliar capital. No sólo bajó el número de empresas que lo hicieron -de las 95 de marzo de 2015 a las 52 del mismo mes de este año-, sino que el importe retrocedió drásticamente. La inversión para reforzar las compañías pasó de un global de 46,7 millones a los 18,2.
Eso sí, la provincia logró rebajar el número de sociedades desaparecidas. Si hace doce meses fueron 65 las que no pudieron mantenerse en el mercado, un año después, la cifra se ha rebajado a las 52 compañías disueltas.
Por otra parte, el análisis de la evolución de la creación de empresas en la provincia refleja que la inmensa mayoría de las nuevas mercantiles que se constituyen lo hacen bajo la fórmula de sociedad limitada. En marzo pasado fueron 455 emprendedores los que eligieron esa opción, y sólo uno el que se decidió por crear una sociedad anónima.
Precisamente, el pequeño tamaño de las empresas alicantinas, que se mueve más entre las pymes y las micropymes, parece ajustarse mejor a la formación de una sociedad limitada. Según los expertos, ésta se adecúa más a actividades en las que participen pocos socios, para sociedades familiares o de profesionales y en las que se tenga previsto desarrollar un negocio con un pequeño desembolso inicial. De hecho, el capital mínimo para una SL es de 3.000 euros, mientras que en una sociedad anónima es de 60.000 y está dividido en acciones. Igualmente, es más flexible la constitución de una SL, según los expertos.
