Las apuestas deportivas online se han extendido en los últimos años en la sociedad española. Los premios que se obtienen deben tributar en la declaración de la renta, al igual que ocurre con las ganancias en la loterías y quinielas. El declarante tiene que tributar por el lugar donde tenga establecida su residencia fiscal y no en el país donde ese registrada la casa de apuesta.

Los premios obtenidos con las apuestas deportivas online deberán ser declaradas a Hacienda como ganancias en la base imponible general, con un gravamen impositivo final en la declaración que puede ir desde el 19% al 45%, dependiendo de la comunidad autónoma en la que el contribuyente tenga el domicilio fiscal.

La Ley 16/2012 regula todos los aspectos legales y fiscales del juego online. A la hora de la tributación, de la ganancia a declarar se puede deducir las cantidades que se jugaron y por las que no se obtuvieron premio, cantidades que le acarrearon una pérdida patrimonial. No obstante, estas pérdidas no podrán superar a las ganancias.

Un ejemplo resume esta situación. Un jugador hace una apuesta online por la que gana 500 euros. En dos ocasiones anteriores, hizo dos apuestas por valor de 100 euros cada una, pero que no lo supusieron ningún premio. Lo que deberá tributar no son los 500 euros, sino 300 euros, ya que puede restar las cantidades que le generaron pérdidas patrimoniales.

"No se computarán como pérdidas patrimoniales las debidas a pérdidas en el juego obtenidas en el período impositivo que excedan de las ganancias obtenidas en el juego en el mismo período. En ningún caso se computarán las pérdidas derivadas de la participación en los juegos a los que se refiere la disposición adicional trigésima tercera de esta Ley (los juegos cuyos premios están sometidos al gravamen especial)", recoge la Ley 16/2012.

Otro aspecto importante es que hay que tener en cuenta que si el contribuyente no alcanza el mínimo exigido para hacer la declaración de la renta, sólo tendrá que declarar las ganancias del juego online que superen los 1.000 euros. Sin embargo, una vez que se hace la declaración de la renta es obligatorio realizarla desde el primer euro de ganancias que se percibe.