Como herederos de las extinguidas Bancaja y CAM, Bankia y el Sabadell tuvieron que hacerse cargo de una enorme cantidad de activos tóxicos procedentes del sector inmobiliario, que fueron precisamente la gran losa que impidió a las entidades valencianas seguir en el mercado. En estos años de crisis, los dos bancos han concentrado una parte de sus esfuerzos en quitarse de encima las viviendas, promociones completadas o a medio terminar y los suelos que recibieron. Según los datos facilitados ayer a este diario por ambas entidades, en conjunto han logrado vender activos por valor de unos 8.000 millones de euros en el conjunto de España.

Bankia precisó que, desde 2012, el año en que fue intervenida por el Estado, ha vendido en toda España 23.348 inmuebles, de los cuales 6.292 corresponden a la Comunidad Valenciana: Alicante (2.693), Castellón (953) y Valencia (2.646). El importe generado por estas operaciones en España ha sido de 1.820 millones, de los cuales 392 corresponden a la autonomía. El Sabadell, por su parte, explicó que, desde el inicio de la crisis en 2008, ha reducido su exposición inmobiliaria en 6.000 millones de euros. No facilitó datos concretos de la autonomía durante todo ese período, aunque sí aportó el balance de este primer trimestre de 2016, cuando realizó ventas -producto acabado y en curso, suelo- por valor de 209 millones, 124 de los cuales corresponden a Alicante, 32 a Castellón y 53 a Valencia. Según la entidad, esta autonomía es donde más activos vende. En el primer trimestre fueron 1.683 unidades. Al banco catalán le quedaba a finales de marzo un volumen de activos adjudicados por valor de 9.193 millones, de los que un 36% eran en la Comunidad.