La Generalitat Valenciana espera que la agricultura y la industria superen el 20% del PIB de la Comunidad con el nuevo modelo económico que pondrá en marcha el Consell y que busca mejorar la productividad de las empresas autonómicas con el objetivo de generar ocupación «de calidad» y aumentar la renta per cápita de los ciudadanos, según avanzaron ayer los consellers de Hacienda, Vicent Soler, y de Economía, Rafael Climent.

En estos momentos, el sector agrario de la Comunidad representa el 2,5% del PIB autonómico y la industria, el 16%. Un 18,5% en conjunto, que se situaría por debajo del objetivo del Consell.

Los representantes del Ejecutivo autonómico presentaron ayer el documento «Bases para la transformación del modelo productivo en la Comunidad Valenciana», que será el marco para insertar las políticas económicas, según infoman Europa Press y Efe.

El texto contempla siete retos: la mejora de la renta per cápita valenciana (12 puntos por debajo de la nacional), generar más y mejores puestos de trabajo, fortalecer la competitividad empresarial, incrementar el nivel de formación, mejorar la igualdad social, promover un modelo sostenible medioambientalmente y recuperar la confianza de todos los agentes.

Según Soler, el texto «no esta cerrado» porque se quiere contar con las aportaciones de agentes sociales y económicos para que sea un modelo «integrador» que cuente con el mayor consenso social.

Con esta iniciativa, se propone un método de trabajo basado en el «consenso político y social» y la «acción coordinada de todo el Consell», con la innovación, formación, internacionalización, logística y «calidad institucional» como estrategias clave. Además, se contempla la transformación del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) en un «banco público de fomento empresarial».

La «hoja de ruta» para cambiar el modelo económico autonómico tendrá como punto de partida el proyecto de Ley de creación de la Agencia Valenciana de la Innovación, cuyo borrador llegará a las Cortes en días, según apuntaron ambos consellers.

Después se fijarán objetivos e indicadores de control, se empezará un proceso de debate con agentes sociales, se definirá un plan de acción y se formalizará una declaración institucional por un nuevo modelo económico.

Como «proyectos tractores» de este cambio se contemplan hasta 20 iniciativas, entre ellas: la Agencia Valenciana de la Innovación, un plan de reindustrialización, otro de energías renovables, la refundación del Servef, el refuerzo de la red exterior, el Corredor Mediterráneo, la simplificación administrativa o un plan de mejora de la reputación de la Comunidad. «El valenciano es un modelo de éxito desde los años 60, pero tiene poco recorrido en la nueva geografía económica mundial, hemos de repensarlo junto a los agentes sociales. Empresas y trabajadores como motores y protagonistas del cambio», apuntó Vicent Soler.

Pleno extraordinario, el 2 de mayo

Por su parte, Climent subrayó la necesidad de «reforzar la economía productiva y dejar de lado la especulativa y no real, que nos ha traído donde estamos». El Consell celebrará el 2 de mayo un pleno extraordinario para analizar qué puede aportar cada conselleria para la creación de empleo.

Ambos consellers no pudieron apuntar una fecha concreta y una dotación presupuestaria para el desarrollo de este plan, ya que en parte depende del resultado de los encuentros previos con agentes sociales, aunque han detallado algunas de las iniciativas contempladas en el mismo, como el plan FesCultura 2016-2020 o la inversión prevista en el Ivace.

«Quizá en un futuro se suavicen los agudos descensos y picos del modelo económico valenciano, para converger con los ciclos mundiales», añadió Vicent Soler, quien insistió en la «ilógica económica» del «maltrato» histórico que «sufre la Comunidad Valenciana en materia de infraestructuras», en alusión directa al retraso del Corredor Mediterráneo.

El conseller de Hacienda también añadió que «el buen empresario ha de estar contento con el nuevo Gobierno porque se ha acabado el capitalismo de amiguetes y el destinar recursos públicos a quienes no lo merecían».

A juicio de Soler, el nuevo modelo «supondrá un cambio sustancial; quienes vivían del cuento por sus amistades gubernamentales lo van a tener muy mal, han de empezar a resetearse como empresarios».