El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, insistió ayer en que la institución mantendrá el agresivo estímulo monetario para combatir la baja inflación en la zona euro, y descartó que estas medidas hayan generado burbujas en los mercados financieros. «Confiamos en que la muy expansiva política monetaria ofrecerá más respaldo a la recuperación de la zona euro y acelerará el regreso a los niveles de inflación que consideramos adecuados para nuestro objetivo», dijo Draghi en su discurso ante el Comité Monetario y Financiero del FMI dentro de la asamblea del organismo, que se celebra en Washington. En su informe de «Perspectivas Económicas Globales» divulgado esta semana, el organismo dirigido por Christine Lagarde había apuntado que el BCE hace «lo adecuado» para impulsar el bajo crecimiento de la zona euro, que calcula en un 1,5% para este año.

Draghi reconoció que los estímulos «a lo largo de un extenso periodo de tiempo pueden tener consecuencias no intencionadas para algunos sectores, como un exceso de toma de riesgos y precios de activos mal alineados». Sin embargo, el presidente del BCE indicó que «no vemos actualmente evidencia de excesos en el comportamiento de los bancos y las valoraciones de los precios de los activos». Por ello, remarcó que en «el contexto actual es crucial que el BCE asegure que el ambiente de baja inflación se arraigue en efectos secundarios sobre los salarios y los precios».