Las principales organizaciones críticas con la gestión de Coepa durante los últimos años no están dispuestas a pasar página y aceptar el ofrecimiento que el pasado viernes realizó el presidente en funciones de la patronal, Francisco Gómez, para recuperar la unidad del empresariado provincial. Tanto Cepyme, como la Federación del Metal (Fempa) señalaron ayer a este diario su negativa a colaborar en un posible plan para salvar a Coepa de la quiebra y, por el contrario, apuestan claramente por crear una nueva patronal alicantina, capaz de aglutinar a todas las sensibilidades. Una refundación que, según apuntan los máximos dirigentes de ambas organizaciones, no puede estar comandada por Gómez, al que consideran -junto al resto del actual comité directivo- tan responsable de la ruina de la patronal como el dimitido Moisés Jiménez.
«En tres años nadie de Coepa me ha llamado para hablar ni negociar nada. Lo hacen ahora porque están en concurso, que fue una medida que nosotros pedimos hace años, cuando se podrían haber adoptado medidas para reconducir la situación. ¿Ahora qué quieren, repartir pérdidas?», señala, contundente, el presidente de Fempa, Guillermo Moreno.
Al respecto, Moreno considera que Francisco Gómez es «corresponsable» de lo ocurrido en la patronal y recuerda que estaba en las juntas cuando se le «abucheaba» por denunciar la situación en que se encontraban las cuentas de la patronal y su falta de transparencia. «También cuado se votó para excluirnos de los órganos de Gobierno», añade el empresario del metal.
La negativa de Fempa es especialmente significativa ya que, no sólo es una de las organizaciones sectoriales con más asociados de la provincia, sino que también fue uno de los fundadores de Coepa, una organización que ya no creen posible salvar tras lo que consideran años de «mala gestión». «A día de hoy aún no sabemos cuánto dinero público a fondo perdido se destinó al centro de oficios», se lamenta Guillermo Moreno, que recuerda que una denuncia de Fempa ya obligó a reformular las cuentas de Coepa de varios años para incluir la contabilización de las subvenciones recibidas y asegura que, en total, la patronal ha ingresado más de 80 millones de euros en ayudas en los últimos ejercicios.
También denuncia que la patronal autonómica Cierval era consciente de la ruinosa situación de Coepa ya que, según afirma, él mismo se la transmitió a su presidente, José Vicente González. Por todo ello, aboga por una refundación absoluta, «una nueva patronal que agrupe a todos los sectores alicantinos».
En la misma línea y con la misma dureza, también el presidente de Cepyme, Cristóbal Navarro, considera que «Coepa es un caballo muerto, completamente reventado por los abusos que se han cometido en los últimos años en su gestión». Así, califica de «pérdida de tiempo» los intentos del actual comité de Coepa por salvar la patronal y sostiene que sólo persiguen «evitar las responsabilidades personales» de sus miembros.
Al respecto, Navarro anuncia que la junta directiva de Cepyme ha aprobado solicitar su personación en el concurso de acreedores de la patronal provincial «para defender sus intereses». Entre otras cosas, porque la organización que agrupa a las pymes tiene recurrida en los tribunales su expulsión de Coepa, por lo que podrían volver a formar parte de la misma si el juzgado le da la razón.
En este sentido, también aboga por crear una nueva patronal «grande, independiente, libre y verdaderamente preparada para cumplir con su papel de agente social». Un proceso, eso sí, que no cree que pueda estar liderado por el actual máximo responsable de Coepa, Francisco Gómez, ni por nadie que forme parte de lo que denomina «núcleo duro» de la patronal.
Así, Cristóbal Navarro anuncia su negativa a participar en la reunión que Gómez prepara para la próxima semana y en la que pretende reunir a todas las asociaciones empresariales de la provincia para recuperar la unidad e intentar que arrimen el hombro para salvar a Coepa. Una cita a la que ayer convocó personalmente el propio Gómez a la mayoría de asociaciones.
