La reunión que había convocado el presidente en funciones de Coepa, Francisco Gómez, para tratar de acercar posiciones con las organizaciones críticas no dio ayer el resultado esperado. De momento, el intento de pacificar al empresariado alicantino se ha quedado en eso, en una simple tentativa ante el rechazo de la Federación del Metal de crear una comisión de trabajo para seguir avanzando en la cuestión y el plantón de Cepyme, que ni siquiera se presentó al encuentro, aunque sí estuvo su vicepresidente Joaquín Garrido, pero a título personal, según aclaró.
Gómez había llamado a los principales dirigentes de las organizaciones que en los últimos años han mantenido los enfrentamientos más duros con la cúpula de Coepa con la intención de suavizar las cosas y recuperar una unidad de acción más que aconsejable, ante el delicado momento al que se enfrenta la patronal alicantina, en concurso de acreedores y con la amenaza de la autonómica Cierval de fagocitarla.
Se trata de Cepyme, expulsada de Coepa tras una reforma «ex profeso» de sus estatutos; los comerciantes de Facpyme, también fuera de la patronal por sus impagos y su desacuerdo con la línea oficial; y la ya citada Fempa, que sigue siendo miembro de Coepa pero que quedó excluida de sus órganos de Gobierno. A ellos unió a los representantes de Ineca, el instituto de estudios de la provincia al que el presidente en funciones de Coepa también quiere incorporar en su proyecto para conseguir una única voz empresarial para toda la provincia.
Para evitar susceptibilidades se había escogido como escenario la sede de la Cámara de Comercio, cuyo presidente, José Enrique Garrigós, ejerció de anfitrión y mediador. El objetivo de Gómez era que todas estas organizaciones suscribieran un comunicado destacando la necesidad de contar con una representación «fuerte y unida» de los empresarios y que se pusiera en marcha una comisión de trabajo que, más tarde, debía desembocar en una especie de cumbre donde debatir un documento marco con las líneas básicas de lo que debe ser la nueva patronal única de Alicante.
Sin embargo, el encuentro ya arrancó cojo ante la ausencia del que durante estos años ha sido el auténtico azote de la cúpula de Coepa, el presidente de Cepyme, Cristóbal Navarro, que rechaza cualquier intento por salvar la patronal y abogar por constituir una nueva organización en el futuro sin ninguna conexión con la actual. Por eso, confundió algo la presencia de Joaquín Garrido, vicepresidente de Cepyme, quien apuntó que acudía a título personal, «a una reunión informal» como empresario «preocupado por la situación de la patronal», aclaró a este diario.
Sí que asistieron los representantes del resto de organizaciones pero tampoco hubo acuerdo entre ellos. Tras más de dos horas y media de debate en el que se intentó alcanzar un texto de mínimos, en el que ni siquiera se señalaba si era Coepa o una organización nueva la que debía reunir a todo el empresariado, finalmente Fempa se negó a cualquier acuerdo, reiterando los mismos argumentos que ya hizo públicos la semana pasada. Es decir, que no está dispuesto a sentarse a negociar con los que considera que son los responsables de la ruina de Coepa, por lo que volvió a exigir la dimisión de todo el comité y la junta directiva actuales de la confederación para llegar a cualquier acuerdo.
Primer acercamiento
Aún así, el presidente en funciones de Coepa consideró que el encuentro había sido «positivo» ya que «al menos hemos conseguido sentarnos a hablar y se han expuesto las posturas de todo el mundo». A este respecto, Francisco Gómez insistió en que se trataba de un primer acercamiento y se mostró confiado de que, «poco a poco» se conseguirá limar asperezas. De momento, eso sí, no hay fecha para una nueva reunión.
